Los otros dos equipos vigueses, además del Sárdoma, que milita en el grupo I de la Segunda División femenina, se estrenaban fuera de casa en encuentro importantes para empezar a resolver incógnitas: la de El Olivo es saber si ha acertado a reconstruir su plantilla tras haber perdido este verano a muchas de sus piezas más importantes; la del Atlántida Matamá, ver cómo encaja el proyecto en su debut en la segunda máxima categoría nacional.

La mañana dominical le resultó mejor a las de Matamá, que se impusieron con gran contundencia en casa del Gijón. Un 0-4 que dispara la ilusión en la escuadra.

El Olivo, en cambio, ya muestra que no podrá dominar el grupo con mano de hierro, como hizo en anteriores campañas, cuando encadenaba victorias y muchas de ellas por goleada. El equipo verde tuvo que conformarse con el empate en su visita al Atlético Arousana.