"Punto y final a los partidos de pretemporada. Gracias al Eintracht por su hospitalidad.Ahora, a pensar en la Liga". Con ese tuit, el Celta resumía su viaje a Frankfurt, una ciudad que ayer se volcó con la celebración de la fiesta de su principal equipo de fútbol, que le disputó al Real Madrid una final de la Copa de Europa (1960), pero que ahora pasa apuros en la Bundesliga.

Múltiples actividades en la pradera anexa al Commerzbank Arena antes del trofeo Frankfurt Main Finance Cup 2016. El programa de actividades del fin de semana incluía una gala en la que estuvo presente la plantilla del primer equipo. El Celta era el invitado de honor y como tal fue tratado en los festejos, que concluyeron ayer con los dos equipos posando con el trofeo sobre el terreno de juego para las cámaras. Antes, Carlos Mouriño hizo entrega al director deportivo del Eintracht, Fredi Bobic, de una placa conmemorativa del club vigués. Ambos clubes habían coincidido en 2006 en la Copa de la UEFA. El partido, jugado en Balaídos, acabó en tablas, con goles de Perera y de Huber.