| Los árbitros tienen la difícil misión de controlar la salida de 385 embarcaciones. Todos los palistas tienen que realizar un trayecto a pie hasta llegar a sus barcos. Que todos se encuentren la misma línea de salida es una tarea casi imposible. Eso a pesar de que se colocaron cintas en el suelo. En esa salida, tan espectacular, también se producen roces entre los barcos. Algunos salen muy perjudicados de la situación. En la presente edición no hubo que lamentar incidentes graves. Después queda recorrer 17 kilómetros y además controlar la llegada. De eso se encargaron un equipo de árbitros de la Federación Gallega que cumplieron con su trabajo de manera ejemplar. Ellos también son los encargados de realizar las clasificaciones de todas las categorías, desde cadetes hasta veteranos.