El Rápido de Bouzas se llevó la primera victoria del Trofeo Villa de Bouzas Series que ayer comenzó en el Baltasar Pujales, al derrotar al Coruxo por la mínima. El encuentro servía, además, como tarjeta de presentación de ambos equipos ante sus aficiones.

Pretender sacar conclusiones tras una semana de entrenamientos es algo muy pretencioso para el primer amistoso de la pretemporada, aunque sí es cierto que se pudieron ver algunos detalles que posiblemente se verán reforzados y mejorados a lo largo de la campaña que comienza el próximo mes de agosto.

Patxi Salinas dejó muy claro desde el primer minuto de juego lo que quiere de su equipo, y es ni más ni menos que la defensa tiene que estar muy adelantada para presionar la salida de balón del rival. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, la palabra que más se le escuchaba al técnico vasco era la de "un paso al frente", y es que ese va a ser uno de los ejes centrales de su juego.

Evidentemente la colocación de la defensa tan adelantada tiene sus pros y sus contras. Lo más positivo es que el equipo rival lo puede pasar muy mal para jugar el balón, provocando reiteradas pérdidas de balón, y así fue como el Rápido logró marcar su gol. El lado negativo viene si enfrente se tiene a un equipo que juegue bien en largo, y ese es uno de los aspectos a trabajar para que los rivales no dispongan de esas oportunidades.

El Coruxo no estuvo cómodo ayer sobre el césped del Baltasar Pujales. Al equipo le costó mover el balón en el centro del campo. Hugo Sanmartín y Pedro Vázquez se perfilan como los interiores titulares, pero fue salir Mateo Míguez en la segunda parte para encontrar al líder del equipo que tiraba de el.

El equipo de Rafa Sáez dispuso de alguna ocasión para lograr igualar el encuentro, pero los de O Vao no estuvieron ayer nada acertados de cara a la portería rival. También es cierto que el cuadro aurinegro le puso al encuentro un punto más de intensidad, y eso provocó que el Coruxo no saliera bien parado de los balones divididos.

En la segunda parte el juego decayó considerablemente a pesar de los cambios introducidos por ambos entrenadores. El excesivo calor que hacía sobre el césped artificial, y la gran carga de trabajo físico que llevan los dos equipos en la última semana hicieron que los jugadores llegaran fundidos a la recta final del encuentro.

Los jugadores del Coruxo no tendrán descanso, pues esta tarde visitan al Ribadumia, a partir de las 19.30 horas en el campo de A Senra. Algo más de descanso tendrán los jugadores de Patxi Salinas, que no volverán a disputar un amistoso hasta el miércoles, día en el que viajarán hasta Baiona para medirse en el segundo amistoso de la pretemporada al Erizana.