El Gran Fondo Ézaro-Costa da Morte dio ayer un paso definitivo en su consolidación entre las pruebas de su categoría a nivel nacional después del rotundo éxito alcanzado en su segunda edición con el nuevo formato, con una participación de hasta 1.200 clicistas y una mayor presencia de público en las aceras, signo de que ha calado entre la población de la zona.

A las nueve de la mañana se daba la salida a la prueba con grandes campeones en primera línea como Joséba Beloki, Ángel Casero, Óscar Pereiro o el triatleta Iván Raña. Faltó finalmente a la cita Gianni Bugno, por un imprevisto profesional de última hora.

Pese a todo, gran ambiente desde primeras horas. La recta de salida se quedaba muy justa para acoger a un pelotón tan numeroso. Al pie de la cascada del río Xallas creaba un espectacular mosaico multicolor. Jornada soleada, pero también ventosa, que en algunas zonas incomodó bastante a los ciclistas para cubrir una distancia, en la ruta larga, de 138 kilómetros.

El primer participante en llegar a la meta en el Mirador do Ézaro fue el santiagués Francisco Javier Iglesias, con un tiempo total de 4.53:15 y de 3.20:15 en el tramo libre. La segunda posición correspondió a Gustavo César Veloso, a 2:58; y la tercera a Daniel Parada, a 3:35. En el tramo de escalada de 2 kilómetros al Mirador do Ézaro, los mismos protagonistas aunque en distinto orden: primero Gustavo César Veloso con 9:15; segundo Iglesias, a 51 segundos; y tercero Parada, a 1 minuto.

Los primeros treinta kilómetros del recorrido se realizaron a velocidad controlada hasta el avituallamiento de Muxía. A partir de ese punto, ritmo libre hasta meta. "Eso ya lo subimos nosotros", podrán decir los participantes del Gran Fondo Ézaro, cuando el 22 de agosto vean al pelotón de la Vuelta a España ascender las rampas de Paxareiras y del Mirador do Ézaro, donde concluirá la tercera etapa de la ronda española. Un alto de Paxareiras que por el acceso de Abelleira -novedad en el recorrido del Gran Fondo- se "hace duro", especialmente en su parte final, según opinión generalizada.

El colofón final llegó con la comida y la entrega de premios, que en caso del ciclista de procedencia más lejana, se los llevó para la localidad canaria de Adeje Marco Antonio Roibas. El club de más lejos con más participantes fue el Secai de Oporto. El premio al club con más participantes se quedó en casa, fue para el C. C. Dumbría, otro ejemplo de cómo el ciclismo está calando en la Costa da Morte. El participante de más edad (71 años) fue José Antonio Teijeiro. También tuvo distinción en este apartado Marta María Diéguez. Los más jóvenes fueron Brais Rodríguez y Helena Fernández.