El australiano Jack Miller (Honda RC 213 V) fue el sorprendente vencedor del Gran Premio de Holanda de MotoGP, que se disputó en unas condiciones climatológicas muy adversas en Assen, en donde el español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) supo aprovechar las circunstancias para acabar segundo y aumentar su ventaja al frente del mundial.

La prueba tuvo que suspenderse en el decimoquinto giro al comenzar a llover intensamente y no haber apenas visibilidad y cuando las condiciones mejoraron se produjo una segunda salida en la que los italianos Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP16) y Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), parecían tener ventaja, pero ambos acabaron por los suelos, como otros muchos pilotos.

El irlandés Eugene Laverty (Ducati Desmosedici GP14.2) fue el único piloto que se vio obligado a salir desde la calle de talleres al sufrir una caída en la vuelta de formación.

Rossi se puso al frente de la carrera perseguido por su compatriota Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP16), autor del mejor tiempo de entrenamientos, y Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V), que salía decimoquinto y el italiano Andrea Iannone (Ducati Desmosedici GP16), que lo hizo en la última posición, consiguieron ganar muchas posiciones en el giro inicial.

Pedrosa pasó sexto el primer giro y Iannone undécimo, mientras Rossi tiró con fuerza para intentar abrir un hueco rápido antes de cambiar de moto si la pista se secaba, pues la carrera se declaró en mojado, pero la lluvia desapareció del cielo holandés.

Rossi no logró su objetivo y tras su estela se pusieron Dovizioso y el colombiano Yonny Hernández (Ducati Desmosedici GP14.2), auténtico especialista sobre el suelo mojado, que se puso líder de la carrera en la tercera vuelta, seguido por Rossi, Dovizioso y Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), que se tomó las primeras vueltas de carrera con mucha calma para no cometer errores.

Peor resultó la situación de Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), que en todo momento estuvo rodando por detrás de los diez primeros y ya en el cuarto giro se encontró en un alarmante decimoséptimo puesto. En apenas cinco vueltas Hernández se marchó de todos sus rivales y consiguió una ventaja de casi tres segundos respecto a Rossi, segundo.

La aparición de una intensa lluvia cambió por completo el panorama de la carrera. Hernández pudo llegar a su taller para cambiar de moto, pero su gesto lo dijo todo, los neumáticos que calzaba no eran los más apropiados para la situación en pista.

Andrea Iannone fue la siguiente víctima de la situación y se fue al suelo cuando era quinto. Las condiciones de la pista se fueron complicando y la llegada de una intensa lluvia forzó a Dirección de Carrera a mostrar bandera roja en la decimocuarta vuelta, a la espera de que la situación mejorase, cosa que sucedió y se produjo una segunda salida para completar los doce giros restantes.

En la segunda vuelta la baja fue la de Andrea Dovizioso, por entonces segundo, lo que dejó a Rossi y Márquez en cabeza de la carrera, con el australiano Jack Miller (Honda RC 213 V), tercero.

Este tramo de la carrera se convirtió en un auténtico juego de descartes, por las constantes caídas y aún tenía que llegar la más importante, la del italiano Valentino Rossi cuando era líder en el tercer giro, lo que dejó el camino expedito a Márquez, por entonces sólo en cabeza junto a Jack Miller.

Rossi intentó volver a la pista pero no pudo, para su desesperación, en tanto que en pista Miller superó en la variante de entrada a la recta de meta a Márquez, que optó por mantenerse tras él para evitar errores dadas las malas condiciones en las que se encontraba el asfalto.

Al final la victoria de Jack Miller supuso una gran satisfacción para el australiano, pero la segunda posición de Marc Márquez tenía un valor especial al quedar fuera de carrera Valentino Rossi y acabar en la décima posición el actual campeón del mundo, el español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), mientras otros muchos se quedaron por el camino.