Una buena parte de los sesenta nadadores que participaron en la Batalla de Rande llegaron a la cita con sus familiares. Los organizadores les dieron facilidades para trasladarse primero a las islas Cíes y también a San Simón. La prueba tenía previsto finalizar a las cinco de la tarde. Pero se retrasaba. Eso provocó algún momento de inquietud. Sin embargo, la noticia de que quedaba anulada tranquilizó a todos. Salvo casos puntuales, no hubo necesidad de recurrir a los servicios médicos. Resultó especialmente llamativo la solidaridad entre todos los participantes. Se ayudaron entre ellos en todo momento, llegaron juntos en muchos casos y lo celebraron como si hubieran ganado. Los organizadores, junto al Concello de Redondela, tenía dispuesta comida y asistencia en la isla de San Simón.