Nolito se desinfló, como España en general, en relación a lo visto ante Turquía y en el desarrollo interno del encuentro de ayer. Del Bosque sacrificó esta vez pronto al gaditano, en el minuto 59, cuando quiso reforzar la medular con Bruno. Lo sucedido a nivel individual y colectivo introduce inestabilidad en España. Puede suponerse que el seleccionador conservará la estructura ante Italia, pero sin descartar que medite algún retoque.

Croacia pensó en el cruce y el choque, reservó piezas y a la vez conservó calidad y hambre. Cacic preparó un inteligente dispositivo de presión en dos fases, intensa en la salida y rápida en el repliegue. España se gustó con el balón en el último tercio de cancha, especialmente en la primera mitad, pero sufrió siempre sin él. Le faltó empuje y le sobró laxitud.

En estos torneos el viento cambia enseguida de dirección. Era una España redimida, brillante, sólida, con la química del vestuario restaurada. Ahora será la de los líos de De Gea, las quejas de Pedro, las peinetas reales o imaginarias de Piqué... Serán días tensos.

Lo son para Nolito, que vive un sueño en la hierba francesa mientras se le gestan otros en los despachos. Se anuncia un acuerdo de su agente con el Manchester City. No será el Barça, entonces. Seguirá de celeste, "sky blue".

Si conoció que trascendía, suponiendo que estaba informado al punto de lo que trascendía, no se le palpó en el arranque. Comenzó intenso, teóricamente arrimado a la izquierda pero como lo quiere Del Bosque, mudándose al centro para dejarle ese espacio a Alba. En defensa le tocaba presionar al lateral Srna, pero pendiente de la emboscada sobre el central Corluka, algo que en ocasiones le obligó a un sobreesfuerzo para rectificar posiciones.

Lució bastante en la primera parte. En el minuto 8 se le fue ligeramente desviado un bonito remate al segundo palo desde el pico del área. En el 27 remató desde la frontal y un defensa desvió. Buscó las combinaciones con Morata. Realizó algún buen cambio de banda sobre Juanfran. Como Silva caía también por su zona, Nolito participó de las asociaciones del canario e Iniesta.

A la media hora, sin embargo, se le fue apagando el fuego a Nolito igual que al equipo español. Croacia robaba en zonas peligrosas, impidiendo que España narcotizase el ritmo con su manejo, como siempre pretende cuando se siente frágil. Esa sensación de superioridad croata se acentuó en la segunda mitad, al punto que Del Bosque quiso apuntalar a un Busquets extrañamente impreciso. Al seleccionador no se le cura la añoranza de Xabi Alonso. Para blindar el medio introdujo a Bruno y aunque la maniobra más directa era hacerlo a cambio de Cesc, prefirió suprimir a Nolito de la ecuación y reubicar piezas. Ciertamente el celeste -es y será- a esas alturas había desgastado todo su filo.