Tras una primera semana de toma de contacto, el nuevo director deportivo del Celta, Felipe Miñambres trabaja simultáneamente en tres frentes: la búsqueda de refuerzos para el retorno del cuadro celeste a Europa, la planificación de la pretemporada en ciernes, y la decisión sobre el futuro de los futbolistas que han jugado cedidos en otros equipos la pasada temporada y deben reintegrarse a la disciplina del club. El nuevo responsable deportivo ha estado estos días en frecuente contacto telefónico con el técnico, Eduardo Berizzo, y los dirigentes del club, pues las decisiones, como viene siendo habitual en los últimos años, se tomarán de forma consensuada.
cedidos y fin de contrato
Una de las primera tareas de Miñambres, sino la primera, será decidir el futuro de los futbolistas prestados a otros equipos o de los que concluyen contrato a final de mes y que el club tiene la posibilidad de renovar unilateralmente. Cuatro jugadores se encuentran en esta situación: Álex López, Levy Madinda, David Costas y Borja Iglesias.
El ferrolano regresa al club tras una aceptable temporada en el Sheffield Wednesday, con el que disputó, sin éxito, el play-off de ascenso a la Premier League. A pesar de algunos problemas de lesiones, el centrocampista céltico fue de menos a más y acabó como uno de los hombres fuertes del conjunto inglés. Aunque ha manifestado su intención de competir por un puesto en el Celta europeo, su continuidad la próxima temporada no está garantizada. Dependerá, fundamentalmente, de la opinión del técnico. Álex concluye contrato en 2019, con lo que, si no se le recupera, volvería a ser cedido.
Más complicada aún parece la continuidad del canterano Levy Madinda, que regresa también tras disponer de mucho minutos en el Nàstic de Tarragona, de cuyo once ha sido habitual desde su cesión al club catalán en enero pasado. Aunque el gabonés ha disfrutado en Tarragona de los minutos que se le venían negando en Vigo, nunca ha sido un centrocampista muy del gusto de Berizzo y no parece que su paso por el Nástic haya cambiado mucho las cosas. Es un chico joven, de la casa y el Celta confía en él, con lo que, si no regresa, es probable que el Celta prorrogue al menos un año su contrato antes de cederlo.
No pocas dudas hay también sobre la continuidad de David Costas. Berizzo quiere que se fiche a dos centrales, pero el club es más bien partidario de traer uno y dar una la alternativa al zaguero de Chapela. Y no le faltan argumentos: el jugador ha adquirido experiencia tras su paso por el Mallorca, donde lo ha jugado todo, sus condiciones son excelentes y tiene una amplio margen de progresión en una temporada en la que van a ser necesarias rotaciones. De no seguir el próximo curso, se le volvería a ceder, preferentemente a un equipo de Primera División.
Muy diferente es el caso de Borja Domínguez, cuyo contrato con el Celta B concluye el próximo día 30, aunque el club puede prorrogarlo por dos temporadas en el primer equipo, lo cual, hoy por hoy parece improbable.
Felipe Miñambres debería comunicar esta semana, una vez concluida la temporada para todos los cedidos, con quiénes se cuenta para el regreso del equipo a Europa.
la pretemporada
La puesta a punto del equipo para la ilusionante temporada en ciernes es otra de las prioridades que deber resolverse en los próximos días. La programación está sin embargo condicionada por el Cuadrangular amistoso que la Real Federación Gallega de Fútbol (RFGF) ha programado el mes que viene en Montevideo con la participación del Deportivo de A Coruña y de los dos grandes clubes uruguayos: Peñarol y Nacional.
El choque se disputará previsiblemente avanzado el mes de julio. La idea de Berizzo es que el plantel realice la preparación física en A Madroa, viaje posteriormente a Uruguay y, a la vuelta de América, celebre la concentración de pretemporada en algún país europeo -se piensa en Holanda-, donde se programarían cuatro partidos de preparación. El Celta tiene más o menos claras las fechas, pero debe concretar todavía el lugar donde se celebrará el "stage" y cerrar el nombre de los rivales para los partidos de preparación.
Para algo más adelante quedará el nombre del equipo que disputará en agosto en Trofeo Quinocho, última prueba antes de que la Liga alce el telón, que servirá de presentación al nuevo Celta ante su afición en Balaídos.
Los fichajes
Es la tarea más delicada de las que el nuevo directo deportivo tiene por delante, aunque no la más urgente. Miguel Torrecilla le ha dejado alto el listón en los últimos años y las dificultades de alternar el próximo curso tres competiciones obligan a acertar con las contrataciones. Una vez más, el club prevé primar la calidad sobre la cantidad, si bien la directiva difiere de Berizzo en el número de futbolistas que se considera necesario incorporar. El técnico solicita cinco refuerzos y que club solo considera prioritarios dos de ellos: un defensa central y un media punta. Al entrenador le gustaría disponer, a mayores, de un segundo defensa que pueda actuar también en banda, de un portero más experimentado que Sergio Álvarez y Rubén y de un extremo derecho, pues considera que el francés Claudio Beauvue, en proceso de recuperación de una grave lesión en el tendón de Aquiles, tardará todavía unos cuantos meses en recuperar su mejor nivel. El número final de fichajes dependerá del precio en que se cierren los dos primeros.
Al mismo tiempo, la dirección deportiva debe ultimar la renovación de Sergi Gómez, casi cerrada, y abordar la de Pablo Hernández, otro de los destacados el pasado curso, cuyo contrato finaliza a final de la próxima temporada.
El club espera que al menos un de las dos fichajes prioritarios se cierre coincidiendo con la vuelta del Celta a los entrenamientos, prevista para el próximo 4 de julio.
