El Choco logró una importante inyección anímica de cara al encuentro de este fin de semana en Zaragoza, en el que los redondelanos deben remontar el 1-2 del domingo pasado en Santa Mariña para seguir vivos en la lucha por el ascenso a la Segunda División B, al imponerse al Alondras en la gran final de la Copa Deputación de Pontevedra.

Con un once inicial, como era previsible, con muchas caras nuevas fue precisamente uno de los habituales, Hugo Sanmartín, el que abrió el marcador al poco de cumplirse el minuto 5 de juego. La expulsión de Fernán al ver la segunda cartulina amarilla al poco de comenzar la segunda mitad puso contra las cuerdas a los redondelanos. Los pupilos de Jacobo Montes incrementaron su dominio pero, sin embargo, fue el conjunto de su hermano Marcos el que volvió a golpear, de nuevo por medio de Hugo en un centro que acabó envenenándose y en el fondo de la portería de Lorenzo. Pese a todo, el Alondras no bajó los brazos y siguió peleando, consiguiendo meterse de nuevo en el partido gracias a un tanto de Andrés Giráldez a diez minutos para la conclusión.

El Choco pudo haber evitado los agobios finales apenas tres minutos después en una falta desde la frontal del área magistralmente ejecutada por Molinos que se estrelló en el larguero para acabar botando la pelota sobre la misma línea. No fue gol y esto permitió al Alondras apretar con balones colgados al área hasta el último suspiro pero sin inquietar verdaderamente a Adrián.