Argentina y Chile, aspirantes a conquistar la Copa América Centenario, se reencuentran (próxima madrugada en España) en el Grupo A aún con el recuerdo de la final disputada el pasado julio, favorable entonces para la Roja.Sobre el papel, ambas selecciones pelearán en el Levi's Stadium de Santa Clara (California) por dirimir el primer puesto de un grupo en el que compiten también Bolivia y Panamá.

Argentina, número 1 del ránking FIFA, está muy pendiente del estado de su estrella, Lionel Messi, que ha venido entrenándose al margen por un golpe en la espalda y las costillas que sufrió el pasado 28 de mayo en una amistoso ante Honduras. El delantero del Barcelona está además prácticamente recién llegado de España, donde el día 2 de junio tuvo que declarar en el juzgado por un caso de fraude fiscal.

Mientras, Chile, quinta en la clasificación FIFA, recupera físicamente a dos de sus pilares, Arturo Vidal y Claudio Bravo, aunque vive un momento de dudas por los dos amistosos que perdió antes de viajar a Santa Clara, contra Jamaica (1-2) y México (1-0).

Desde que ambas selecciones se midiesen en la final de la Copa América del 2015, ha habido algunos cambios.

La selección de Chile reemplazó como seleccionador al argentino Jorge Sampaoli por eJuan Antonio Pizzi, aunque sigue con un bloque de jugadores casi intacto (hasta diez titulares podrían repetir respecto a aquella final).

La Albiceleste mantuvo a su técnico, Gerardo, Tata, Martino, pero cambió a más futbolistas, sobre todo en defensa. En cualquier caso, la doble campeona del mundo, que no vence un gran título de selecciones desde hace 23 años, aún tiene en la retina esa final perdida contra Chile en los penaltis.

A pesar que ya se volvieron a enfrentar desde entonces (este año en las eliminatorias del Mundial del 2018 con triunfo de La Albiceleste), los aires de revancha están latentes por la parte argentina.

Entre los chilenos, que vencieron el pasado año su primer gran título internacional, existe la responsabilidad del campeón y el deseo de reivindicarse ante un rival de talla después de los últimos tropiezos.