Javier Gómez Noya aseguró nada más ganar en Lisboa que conquistar su cuarto título europeo "es muy importante" y que está "muy feliz", pero que seguirá "trabajando duro" con miras a los Juegos de Río de Janeiro (Brasil), en los que buscará el oro.

"Fue una prueba dura. Me falta mucho ritmo de competición, pero pese a que no nadé muy bien, conseguí meterme en el grupo de cabeza. La bici creo que fue la clave de la carrera", comentó.

"Trabajamos muy duro (en bici), el grupo de delante; y corriendo creo que íbamos todos bastante mal. Pero, dentro de lo que cabe, fui el que mejor conseguí correr. Y fue suficiente para ganar", explicó Gómez Noya en la línea de meta del Palacio de los Deportes MEO de Lisboa.

"Estoy muy feliz por mi cuarto título europeo"; recalcó el campeón gallego, que centra toda su temporada en los Juegos de Río de Janeiro, en los que buscará el oro olímpico.

"La verdad es que el haber dejado buenos corredores atrás, que quedaron cortados, facilitó mucho las cosas, por eso creo que la clave fue el trabajo en bici, en la que fuimos muy, muy fuerte", indicó el ferrolano de Basilea, que logró su cuarta corona europea, después de las que ganó en 2007 en Copenhague; en 2009, en Holten (Holanda); y en 2012 en Eilat (Israel).

"Lo pagamos corriendo, pero esa ventaja nos sirvió para poder hacer la carrera más tranquilos", explicó a Efe Gómez Noya, que el año pasado firmó en Chicago (EEUU) un hasta entonces inédito quinto título de campeón del mundo, el tercero seguido, que supuso, asimismo, su novena medalla consecutiva en Mundiales.

El ferrolano afirmó que no se vio ganador nada más bajarse de la bicicleta, a pesar de la sensación de dominio absoluto que dio en la carrera a pie. "No, ni mucho menos. Además, Polyanskiy salió conmigo en la primera vuelta", recordó, no exento de humildad.

"Le cambié de ritmo, no conseguí soltarlo. Y me hizo dudar. Pero en el segundo cambio conseguí abrir hueco y, a partir de ahí, conseguí gestionar la ventaja", comentó el líder de hierro del deporte español.