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La capacidad del "quebrantahuesos"

Hernández se ha convertido en una de las figuras del Celta europeo con un juego peculiar: fue el segundo jugador de la Liga que más faltas recibió (95) y el tercero que más hizo (77), y el quinto con más tarjetas

Pablo Hernández conduce el balón, perseguido por El Arabi, del Granada, en el partido disputado esta temporada en Balaídos. // Efe

Pedro Pablo Hernández recordaba meses atrás en estas páginas que se consideraba un futbolista de la calle (nació en 1986 en la localidad argentina de San Miguel de Tucumán). Sobre el asfalto había aprendido a jugar y ahí comenzó a perfilar su particular estilo de moverse con la pelota en los pies, muy alejado del homologado juego que se imparte en las academias deportivas. Por ello, el "Tucu" practica un fútbol de autor, con sus peculiaridades, único, inconfundible. Y la aparente lentitud en los movimientos, los giros imposibles o el manejo de la pelota casi siempre a punto de perderla exasperó a la afición de Balaídos hasta el punto de obligar al club a intervenir con una nota de apoyo al jugador para evitar una guerra civil entre el celtismo. Porque proporcionalmente a las protestas creció el movimiento de adeptos al Tucu Hernández, que redobló el trabajo y el compromiso con un equipo en el que siempre contó con el apoyo de sus compañeros y el aval de Berizzo, quien recomendó su fichaje.Ambos habían conseguido que el modesto O'Higgins se conviertiese en campeón chileno.

Las estadísticas inciden en la particularidad del jugador argentino del Celta con pasaporte chileno. Acabó la Liga como segundo futbolista que más faltas recibió, con 95, solamente superado por el malabarista brasileño Neymar Jr.; aparte de convertirse en el tercero que más infracciones cometió (77); y alcanzó la quinta posición en la lista de los más amonestados del campeonato, con 14 tarjetas amarillas y una roja. Nadie, sin embargo, lo calificaría como futbolista violento, pero su personal estilo, su corpulencia y su insistencia por no dar un balón por perdido le penalizan ante los árbitros.

Con los números que presenta, Pablo Hernández ha sido posiblemente el jugador que más veces ha caído al suelo en las treinta y ocho jornadas de Liga, así como el que mayor castigo infligió a su cuerpo y al de los rivales que tuvieron que compartir su extensa área de influencia en el terreno de juego. Por eso se ha convertido en el "quebrantahuesos" del fútbol, por los golpes propios y por los ajenos.

Los técnicos del Celta reconocen la fortaleza física de Hernández. De ahí que se perdiese pocos partidos por problemas físicos. La más grave lesión la sufrió en el Bernabéu, en un mal giro de una rodilla. En cambio, sus tobillos parecen elásticos, recuerdan a los del excéltico Juanfran. Tampoco su cabeza se ha salvado de los golpes, pues es uno de los mejores especialistas del equipo en el juego aéreo. Y cuando las faltas en las que se veía involucrado no llegaban por el aire, lo hacían por el suelo. Según los datos que aporta la Liga, el centrocampista céltico intervino en un total de 180 duelos "cuerpo a cuerpo" y en 123 aéreos.

Berizzo casi siempre lamentaba la ausencia del Tucu porque sin él sus compañeros perdían la opción de salvar la presión de los atacantes rivales con balones profundos, que siempre iban dirigidos a la cabeza del quebrantahuesos céltico.

Se perdió siete partidos de Liga.En la Copa fue el principal causante de la eliminatoria del Atlético de Madrid. El internacional chileno anotó dos goles de cabeza en el Calderón a la defensa más solvente de las principales competiciones europeas, que concluyó la Liga con 18 goles encajados.

Con actuaciones tan brillantes, la corriente de opinión sobre Pablo Hernández dio un vuelco en Balaídos, que le ha situado en un pedestal y corea su nombre.

Renovación

Hernández concluye contrato en junio de 2017. Él se siente cómodo en Vigo y pretende prolongar su estancia en Galicia. El club también está dispuesto a renovarle el contrato, porque valora la calidad y la profesionalidad de un futbolista que aprendió a jugar en la calle. En Plaza de España quieren iniciar las negociaciones cuando el Tucu regrese de las vacaciones.

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