El Boiro, al que le valía un empate, hizo gala de su potencial ofensivo para cerrar la fase regular con una goleada ante su parroquia, que acudió en masa a la llamada del club. Romay y Rubén Rivera dinamitaron el duelo en la primera mitad que se había disputado de poder a poder. El Cerceda tuvo varias ocasiones para meterse en el partido en la reanudación, pero no fue capaz de ver puerta. El 4-0 permite, además, llegar al cuadro preparado por José Luis Lemos en forma al sorteo en el que estará en el bombo de los campeones, con el ascenso a Segunda B en el horizonte.

En la segunda llegada del partido para el bloque local llegó el primer tanto del duelo. En el minuto 29, y en una falta lateral ejecutada por Yahvé, Romay abrió el marcador con un cabezazo que sorprendió a Marcos Valín. Rubén Rivera puso tierra de por medio en el minuto 41. Se hizo en carrera con un envío de Marcos Rodríguez, se deshizo de Marcos Valín, que dudó en la salida, y a puerta vacía estableció el 2-0.

En la reanudación, el Cerceda estiró líneas y durante los primeros minutos disfrutó de varias ocasiones para volver a meterse en el enfrentamiento. El revulsivo del equipo dirigido por Ángel Cuéllar fue Martín, que tuvo en sus botas dos buenas ocasiones para meter el miedo en el cuerpo al líder. El que no falló fue el Boiro, que volvió a demostrar su potencial en la fase ofensiva para zanjar la contienda. En la recta final del encuentro, y con el Cerceda entregado, Tachi sentenció.