Los goles de Aritz Aduriz, dos tantos marcados en la primera mitad a los que se sumó uno más de Raúl García en la segunda después de que Juan Muñoz lograse el 2-1, certificaron ayer en San Mamés ante el Sevilla (3-1) la quinta plaza del Athletic Club en clasificación definitiva de la Liga.

Alcanzando esa privilegiada quinta posición, el Athletic evita jugar en verano las previas europeas, esta vez de la Liga Europa, que tanto lastraron su rendimiento en el inicio de las dos últimas temporadas ligueras.

El triunfo bilbaíno, no obstante, ha tenido que combinarse con la victoria del Atlético de Madrid frente a un Celta que empezó quinto esta última jornada de Liga.

Un par de jugadas en el arranque en las inmediaciones del área de Iraizoz aconsejaron al Athletic centrarse rápido en el partido ante un Sevilla dispuesto a aprovecharse de las oportunidades que le llegasen. En la primera, el meta navarro se vio algo apurado al recoger sobre la línea un balón hacia su área; y en la segunda respondió con un paradón a un gran disparo de Iborra.

Williams respondió pronto y obligó a despejar a córner a un Sergio Rico que tuvo sus principales rivales a sus compañeros, que no pararon de cometer errores en la primera mitad. Mal negocio fallar en una zona tan delicada ante contrarios de la ambición y el instinto de Raúl García y Aduriz.

Así, el ariete internacional sacó petróleo de un mal pase de Cristóforo a Rami que le dio sin darse cuenta y que el remató a la red recogiendo el rechace del meta sevillista a un disparo de Raúl García.

Fue una jugada que reflejó la relajación de una defensa visitante que dio tres buenas oportunidades en el inicio del juego a Aduriz, dos veces, y a Williams.

Al filo del descanso, Aduriz ya había finiquitado el choque con una perfecta volea a centro de Susaeta.

Pareció encaminarse a un 3-0 el inicio de la segunda mitad, con un disparo cruzado de Williams, pero lo que llegó fue el 2-1 en una contra visitante bien llevada por la izquierda por Konoplyanka y mejor acompañada por el joven Curro Sánchez, que dejó el gol casi hecho a Juan Muñoz.

Hasta ahí llegó el Sevilla porque en su tarde de despropósitos Kolo se autoexpulsó y cercenó todo intento de remontada. Además, el Athletic y Susaeta no cejaron en su empeño y un centro del eibarrés fue perfectamente cabeceado a la red por Raúl García.