No hay en Europa un equipo que pueda presumir de subir siete años seguidos su clasificación. El 1 de marzo de 2008 caía el Celta en Tenerife por 3-0 y se situaba en la décimo quinta plaza de Segunda División, a cinco puntos de los puestos de descenso. Carlos Mouriño respondía a esa grave situación deportiva de un equipo que dos años antes se había pasado por Europa con la fulminante destitución de Pepe Murcia como entrenador. El presidente céltico elegía como sustituto a Eusebio Sacristán. Eusebio asumió el riesgo de apostar por la cantera de A Madroa para intentar reflotar la nave celeste. El conjunto vigués salvó el mal momento -con los goles de Iago Aspas al Alavés- y a partir de ahí comenzó a trazar una línea ascendente que en siete años le ha devuelto a Europa.

De la mano de Eusebio en 2008 el conjunto vigués concluyó en el puesto decimoséptimo, con cinco puntos de colchón sobre el precipicio. Con la nueva t e m p o r a d a , 2009-10, Eusebio abrió la puerta del primer equipo a los canteranos. Futbolistas como Joselu, Hugo Mallo, Michu, Yoel, Aspas, Sergio Álvarez, Oriol Riera, Abalo, Roberto Lago, Túñez, Vila, Toni y Álex López, entre otros, contribuyeron a estabilizar el proyecto deportivo, que se defendió en mitad de la tabla y sin pasar apuros concluyó el curso en la decimosegunda plaza, a diecinueve puntos de los puestos de ascenso.

El club dio otro giro para afrontar la temporada 2010-11 y ya con Miguel Torrecilla consolidado como director deportivo se prescindió de Eusebio para apostar por un Paco Herrera que estaba dirigiendo al Villarreal B después de colaborar con Rafa Benítez en el Liverpool. Con un grupo de canteranos ya rodado en la categoría y la incorporación de futbolistas curtidos en Segunda, Herrera acarició el ascenso en su primer año en Vigo. En el camino se interpuso el Granada, que le superó en la tanda de penaltis en la primera eliminatoria del play-off.

En la 2011-12 el club mantuvo su política de crecimiento sostenido y con unas cuantas incorporaciones en la plantilla montó un equipo que salió a disputar el campeonato con la ilusión de dar el salto. El Celta finalizó en el segundo puesto y así evitó la fase de ascenso en la que tantas lágrimas había derramado en el curso anterior. El junio de 2012, el celtismo volvía a ser de Primera.

Herrera no completó la temporada 2012-13. La derrota ante el Getafe fue la puntilla para el técnico. A falta de dos jornadas para concluir la Liga, el Celta era colista pero se agarraba como a clavo ardiendo a su última esperanza. Con Abel Resino como técnico, el Celta logró cantar victoria en el último minuto del último partido, ante el Espanyol. Luego vendrían los años en Primera. Luis Enrique llevó al equipo al noveno puesto, Berizzo lo mejoró con su octavo hace un año y ahora vuelve a dar otro pequeño salto. El siguiente brinco parece más complicado, pero el Celta quiere darlo.