Alcanzar la primera Q3 de la temporada; es decir, un puesto entre los diez primeros de la parrilla. Ese es el gran objetivo para hoy en la clasificación de Fernando Alonso (McLaren-Honda), que marcaba ayer el séptimo mejor crono global en la jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de España tras una jornada dominada una vez más por el alemán Nico Rosberg con su Mercedes, y en la que el madrileño Carlos Sainz (Toro Rosso) conseguía el quinto mejor crono.

Mercedes apenas sacó la cabeza durante toda la sesión, pero con los blandos y tras otear el panorama Rosberg salió a marcar terreno. Marcó un 1:23.922 con el que superó por más de dos décimas a un Kimi Raikkonen (1:24.176) que había liderado hasta entonces con su Ferrari. Lewis Hamilton (Mercedes), por contra, esperó más para empezar a mostrar sus cartas pero se quedó a siete décimas de su compañero.

Da la sensación de que las 'flechas plateadas' sigue sin exprimir sus monoplazas, quedándose lejos en la tabla de velocidades máximas y sin mostrar sus mejores bazas. Aún así acabaron con el dominio matutino de Sebastian Vettel (Ferrari), cuarto en la segunda sesión.

Se intercalaron los Mercedes y los Ferrari en las cuatro primeras posiciones, siendo la quinta para el madrileño Carlos Sainz, ya a más de un segundo. Gran tiempo de todos modos para el de Toro Rosso, que ya el pasado año lograba salir desde esa misma quinta posición en la parrilla.

Fernando Alonso, que viene de sumar en Rusia su primeros puntos de la temporada, ocho, se colocó al inicio de la sesión de tarde segundo con un 1:26.2, pero rápidamente fue superado. Cambios constantes en la primera media hora de segunda sesión y mucha rebaja de tiempos con los neumáticos blandos fueron relegando al asturiano a una zona media de la tabla hasta que, en un segundo "stint" rodó en 1:25 y demostró tener buen ritmo para la carrera. Alonso terminó séptimo a 1.4 segundos de Rosberg y muy por delante de su compañero de equipo Jenson Button, duodécimo y medio segundo más lento que el asturiano.