Teresa Portela competirá en la modalidad de K-1 200 metros en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. De esta forma, la palista de Cangas cerró el debate sobre la posibilidad de competir en la distancia de 500 metros, algo que se había ganado en el control selectivo celebrado en Trasona (Asturias). Por lo tanto, Begoña Lazcano luchará en el preolímpico continental en Duisburgo por esa opción. La deportista vasca fue segunda en el control nacional.

La incógnita se despejó a primera hora de la mañana de ayer. Teresa Portela comunicó de manera oficial a la Federación Española de Piragüismo que había decido afrontar solo el K-1 200 metros en los Juegos Olímpicos de Brasil. Descartaba por tanto otras opciones y abría la puerta a Begoña Lazcano para poder optar al pasaporte olímpico. La palista de Cangas se había ganado la posibilidad de decidir entra varias combinaciones. Una de ellas era la de estar presente en 200 y 500 metros. En esta última distancia cerraría todas las puertas a la vasca. Sin embargo, optó por la primera de ellas, en la que es una de las grandes especialistas del mundo.

En el entorno de Teresa Portela se habló ayer de respeto sobre el momento y la forma de realizar la comunicación oficial. La canguesa esperó a que finalizaran todos los controles selectivos disputados durante tres días en el embalse de Trasona para comunicar su decisión. También se insistió en que no quería perjudicar a la deportista vasca, que se había ganado el derecho de estar en el preolímpico continental.

Teresa Portela, que afrontará sus quintos Juegos Olímpicos, tendrá como gran desafío conseguir una medalla, una gesta que se le escapó por escasas centésimas hace cuatro años en Londres. La palista de Cangas logró su billete para estar presente en Río de Janeiro el mes de agosto del año pasado en el Mundial de Milán, en la que fue su primera gran competición internacional desde que fue madre.