El Octavio se agarra a su última esperanza. Los vigueses, a tres jornadas de que concluya la competición y anclados desde hace meses a la última posición de la tabla, tienen las cuentas claras. Ganar los tres compromisos que restan (en su pista contra el Barcelona y el Cisne y fuera en la pista del Alcobendas) y esperar una sucesión de resultados que le regalen una permanencia que ahora mismo parece casi una quimera.

El conjunto vigués regresa mañana a As Travesas para enfrentarse al filial del Barcelona, uno de los mejores equipos de la categoría, repleto de talentosos jóvenes. Los de Jabato no tienen otra salida que la victoria. Cuando salten a la pista lo harán sabiendo el resultado del partido que hoy enfrenta a los dos equipos que le preceden en la clasificación (Balonmano Nava y Cisne). Si los pontevedreses perdiese esta tarde la situación sería ya casi imposible para el Octavio que incluso podría ser matemáticamente equipo de Primera Nacional si cayese también ante el conjunto azulgrana.

En el seno del club rojillo se trabaja con la mente puesta en el domingo y tratando de no hacer demasiadas cuentas. La situación es demasiado delicada como para malgastar energías en ese asunto. Para ellos no hay más vida que ganar sus tres partidos (algo bastante complicado para un equipo que en 27 jornadas únicamente ha logrado cinco triunfos) y aguardar lo que hagan sus rivales directos que le aventajan en dos puntos en el caso del Cisne y cuatro en el de La Nava.

Jabato ha trabajado con normalidad durante la semana y dispone de todos sus jugadores en buenas condiciones para afrontar el encuentro del domingo por la mañana. Les espera un partido realmente complicado frente a un conjunto como el filial azulgrana que convierte sus partidos en festivales anotadores. Es un equipo que recibe muchos goles, pero también es el máximo realizador de la categoría. Acumula 815 goles en lo que va de competición, una cifra que contrasta con la del Octavio que se ha quedado por ahora en los 654. La empresa, al margen de la situación liguera, es realmente compleja.