El Val Miñor despidió la temporada con una derrota en el campo del campeón de Liga, el Racing de Santander, que con los tres puntos logrados ayer ante los de Nigrán ha certificado el título.

El cuadro local le imprimió al encuentro una gran velocidad desde el pitido inicial, pues no le valía otro resultado que no fuera la victoria para proclamarse campeón. Tanta fue la presión que a los quince minutos se rompió la igualdad inicial. Pablo era una pesadilla para la defensa del Val Miñor y antes de marcharse al descanso le hacía dos goles más.

Con todo resuesto, en la segunda parte continuó el dominio local, marcando Escobar el tanto del honor.