Vigo tendrá la próxima temporada otro equipo en Segunda División de fútbol femenino. El Atlántida de Matamá logró ayer el primer ascenso de su historia a categoría nacional completando de esta manera una sobresaliente temporada en la Primera Autonómica gallega.

El Matamá conoció su ascenso antes de enfrentarse ayer con el Orzán B en A Coruña. El tropiezo por la mañana del Valladares, su principal rival por el ascenso, le concedió matemáticamente el premio que llevaban buscando desde hace meses. Por la tarde consiguieron un empate sin goles en el campo del Orzán que ya no tenía mayor incidencia en la clasificación. Las viguesas conseguían de este modo el ascenso a la Segunda División por primera vez en su historia, lo que confirma el buen trabajo que han hecho esta temporada de la mano de Jose Ramón Val.

Las viguesas certificaron ayer un ascenso que vienen trabajando desde el pasado verano cuando el equipo arrancó en Primera Autonómica pese a que durante mucho tiempo se plantearon seriamente de que no saliese el equipo femenino. Pero llegaron refuerzos procedentes de Baiona. La mayor parte de las jugadoras del Erizana que abandonaron el club del Miñor tras una importante crisis que surgió entre la plantilla y la directiva, acabaron en Matamá con lo que el club se decidió a hacer una puesta intensa por este equipo. Los resultados no tardaron en llegar. El Matamá agradeció el hecho de tener parte del bloque montado y pronto se convirtieron en uno de los grandes aspirantes a un ascenso que acabó por certificarse ayer.

De esta manera Vigo tendrá con seguridad dos equipos en la categoría de plata del fútbol nacional: el Matamá y el Sárdoma, que ya estaba en ella desde hace unos años. Podrían ser tres en el supuesto de que el Olivo no consiguiese el ascenso a División de Honor que intentará dentro de algo más de un mes después de haberse proclamado campeón ayer de su grupo de Segunda División. Curiosamente el Matamá ocupará el sitio del Erizana, que ya ha perdido matemáticamente la categoría.