El Celta no prepara un plan especial pero extrema las precauciones para neutralizar a Rubén Castro, el máximo goleador del Betis que mañana se reencuentra con uno de sus rivales favoritos en su larga y prolífica carrera como goleador desde que el 25 de febrero de 2001 debutó con la UD Las Palmas. En quince ocasiones se ha enfrentado el delantero canario al equipo vigués defendiendo distintas camisetas. Con la verdiblanca del Betis ha sido una pesadilla para los zagueros célticos, pues ha anotado cinco de los siete goles que acumula ante el conjunto vigués.

A punto de cumplir 35 años de edad y con problemas judiciales por las denuncias de maltrato a su expareja, Rubén Castro sigue siendo un rematador letal. En esta Liga contabiliza ya 17 goles, con los que ha sostenido a un Betis que llega al estadio de Balaídos con la intención de sellar la permanencia en la máxima categoría.

Sus dos primeros goles al Celta los convirtió en el estadio Insular, donde el equipo canario que entonces dirigía Fernando Vázquez superó al celeste por 4-2, en noviembre de 2001. Tras cuatro años en la UD Las Palmas, Rubén Castro comenzó el peregrinaje por el fútbol español que le llevó a pasar dos veces por el Deportivo de A Coruña, además de jugar en el Albacete, el Racing de Santander, el Nástic de Tarragona, el Huesca y el Rayo Vallecano. Finalmente se asentó en Sevilla, donde ha conocido el éxito deportivo y el desprestigio personal. En las seis temporadas con el conjunto bético, el delantero canario acumula 131 de los 206 goles de toda su trayectoria futbolística en Primera y en Segunda División.

El céltico Sergi Gómez considera a Rubén Castro "uno de los delanteros más complicados de la categoría, por su experiencia. Tiene muchos partidos encima y eso se demuestra en algunas acciones puntuales, donde aparece en el momento exacto muy bien colocado. Está harto de meter goles. Hay que estar encima de él porque es un jugador que con muy poco espacio te la puede liar", advierte.