El Villarreal se adelantó en la eliminatoria de cuartos de final de la Liga Europa ante el Sparta de Praga con un 2-1 que acabó siendo un mal resultado para el equipo castellonense, que tuvo suficientes ocasiones como para dejar sentenciado el choque. Y es que los de Marcelino Garcóa Toral pudieron sentenciar la eliminatoria con una goleada de escándalo, si hubieran estado más acertados. Pero tras casi once ocasiones muy claras de gol, solo pudieron marcar dos. Mientras que su rival tan sólo necesitó dos disparos para lograr un gol que les deja muy vivos en la eliminatoria.

Así ya acabaron los primeros 45 minutos con esa sensación de decepción en las gradas, ya que el Villarreal podía haber acabado goleando, y se marchaba a los vestuarios con un extraño empate a un gol.Recibían el primer gol en casa de la competición los amarillos, y los hacían en el último segundo de esa primera parte, gracias a un remate de cabeza de Bravek. Un gol que suponía el empate y que igualaba el gol de Bakambu, que a los dos minutos y medio ya había puesto por delante a los locales.

Un gol extraño, en el que un mal despeje del portero era taponado por el delantero y el balón entraba en la portería. Tras el gol, los locales dispusieron hasta cuatro ocasiones clarísimas de gol. Castillejo tuvo dos remates en área pequeña y con el balón botando, que no supo aprovechar. Una la paró al portero, la otra la mandó fuera a los doce y treinta y cinco minutos. Antes de hacer el segundo, Bakambu también tuvo dos muy claras, pero las dos se las paró Bicik, a los 20 y 32 minutos. Soldado también tuvo la suya, en un remate de cabeza que salió muy cerca de la escuadra del portal checo.