El Celta ha guardado las formas elegantemente a la conclusión del partido, pero tiene motivos sobrado para sentirse molesto con la actuación de Hernández Hernández en el Camp Nou. El criterio con las tarjetas (las primeras faltas de Planas, Cabral y Mallo fueron amarilla), la mano de Piqué que no quiso ver en el segundo tiempo y luego está lo del primer gol de Messi de falta directa. Las imágenes que acompañan estas líneas demuestran el punto en el que se cometió la falta sobre Suárez y desde dónde lanzó el genial argentino. Ocho metros bien a gusto ganó el Barcelona en la acción.