Valladares y Club Deportivo Lalín jugaron ayer un partido en A Gándara con un tiempo para cada uno. Si en la primera mitad los visitantes fueron claros dominadores del encuentro, fue en la segunda mitad cuando el cuadro local supo sacar provecho del bajón anímico rojinegro para terminar llevándose los puntos con un tanto en el último minuto. Unos y otros no jugaron de manera valiente en un encuentro que se decidió por detalles puntuales.

El Lalín llevó el peso del choque durante los primeros 45 minutos. El premio al mejor juego de los de Tamayo, sin embargo, no obtuvo premio en el marcador, a pesar de que el banquillo visitante reclamó un posible penalti en el área del Valladares por unas manos que el colegiado pontevedrés de la contienda, Asier Manuel Fariña, no quiso pitar. Al descanso se llegó con las espadas en todo lo alto y con la sensación de que los del Cortizo debieron comandar, también, en el marcador de A Gándara.

El premio al mejor juego visitante llegó a los 55 minutos, cuando un ataque lalinista propició un balón en profundidad para Yemba, que se anticipó a Denis en su salida para batirlo por alto. Tamayo decidió cambiar el 3-5-2 por un 4-2-3-1 a partir de ese instante para evitar que el Valladares pudiera crear en el centro del campo, pero el experimento no dio resultado. El bajón defensivo de los de Lalín fue hábilmente aprovechado por el equipo blanquiazul Federico en el minuto 67 para establecer la igualada en una jugada donde los dezanos reclamaron fuera de juego. Con el empate en el marcador al Lalín le anularon un tanto por un dudoso fuera de juego de Albertito, y lo mismo le sucedió al Valladares, aunque en ambos casos ninguno de los dos equipos protestaron con insistencia las decisiones arbitrales.

La puntilla para el Lalín llegó en el minuto 89, cuando los de Andrés Costas montaron un contragolpe a la salida de un córner visitante, lo que fue aprovechado por Lestón para ganarle la espalda a la zaga rojinegra y enviar el balón al fondo de la portería de Michi. Los de Tamayo pudieron empatar poco después por mediación de Reboredo.