Un gran gol a falta de 22 segundos de Cristian Ugalde permitió rescatar un empate ante Eslovenia, en un encuentro en el que España siempre fue a remolque. De hecho, la selección española tan sólo se puso una vez por delante en el marcador (18-19), todo un síntoma de los problemas de los de Manolo Cadenas, que al menos tuvieron oficio. Alemania ganó por 27-26 a Suecia, así que España lidera su grupo con tres puntos, seguida con dos por germanos y suecos, y Eslovenia con uno. A España le conviene ganar a Suecia y que Eslovenia pierda con Alemania para arrastrar cuatro puntos a la segunda fase.

La defensa eslovena desde los primeros minutos de juego se le atragantó a los "hispanos", carentes de la paciencia necesaria para adaptarse a los constantemente cambios de dibujo. Y es que España ni tuvo la paciencia, ni dotó de continuidad a su ataque estático, incurriendo en continuos errores de tiro y de pase, que condenaron a los "hispanos" a situarse 6-2.

Un tanteador que obligó a Cadenas, que apostó de inicio por la presencia de Niko Mindegia y Juan del Arco en la primera línea, a cambiar sus planes y encomendar el timón del equipo al más experimentado Raúl Entrerríos. Mejoró en algo la circulación, aunque siguió costando un mundo conectar con los extremos y pivotes.

Sin acierto en ataque, España quedó a expensas de su defensa, que al igual que ocurrió en el debut en el Europeo ante Alemania careció de la intensidad y, sobre todo, de la anticipación necesaria para propiciar la salida al contragolpe. Todo un problema (12-8).

Lo único positivo en el juego de los "hispanos" fue la tranquilidad que los internacionales españoles destilaron en todo momento pese al preocupante marcador, lo que hacía albergar la esperanza de una mejoría en la segunda mitad.

España no se rindió, y con enorme sufrimiento fue poco a poco limando las diferencias hasta igualar la contienda (17-17) a los 43 minutos. Una remontada en la que jugó un papel fundamental Antonio García, que puso por primera vez al conjunto español por delante a trece minutos para la conclusión.

Pero una inoportuna exclusión de Guardiola acabó con la dinámica positiva y propició el 23-21. Pese a la irrupción de Cañellas, autor de un gol y una magnífica asistencia a Aginagalde, España llegó al último minuto por detrás en el marcador (24-23) y sin la posesión de balón. Un espectacular blocaje de Gedeón Guardiola propició el contraataque que permitió a Ugalde, pese a sufrir una gruesa falta de Kavticnik, establecer el definitivo empate.