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Polivalencia y rotaciones generan dudas

La derrota en Málaga obliga a Berizzo a revisar el plan de actuación ante bajas y vacantes - Al técnico le avalan éxitos como la reconversión de Augusto como pivote, pero se desaprueba su osadía con otras apuestas

Berizzo y Gudelj observan a Sergio Álvarez, que se prepara para entrar en el campo tras la expulsión de Rubén. // Carlos Díaz

Una de las enseñanzas que Eduardo Berizzo recibió de su paisano Marcelo Bielsa es la formación de equipos con jugadores polivalentes. La filosofía futbolística del entrenador del Celta no parece tener límites en ese sentido, ni siquiera en la portería: ese lugar sagrado que habitualmente está reservado a un solo individuo en toda la temporada. En esa posición tan específica no suele haber concesiones a los relevos en la mayoría de los equipos, salvo inesperados contratiempos.

Berizzo, por el contrario, se salta esa regla no escrita. Es más, algún día puede que experimente con un guardameta como central o como delantero centro. De hecho, uno de los aspectos que más aprecia el argentino de su trabajo como entrenador es "la búsqueda de soluciones" cuando escasean los recursos humanos por bajas u otros contratiempos. Así es como califica Berizzo su inclinación por elegir jugadores que puedan adaptarse a cualquier posición.

En ese trabajo de experimentación y alquimia táctica, los errores son frecuentes, como ocurrió el sábado ante el Málaga, pero la satisfacción no tiene precio cuando se consiguen éxitos como convertir a Augusto Fernández en uno de los mejores mediocentros de la Liga.

Pero ese premio suele tener un precio muy elevado, que muchos clubes y aficionados no están dispuestos a pagar. La prueba está en el debate que ha generado la derrota en La Rosaleda.

Para enfrentarse al Málaga, Berizzo se encontró con ausencias tan notables como la de Nolito o de Augusto Fernández. Lo lógico para la mayoría de entrenadores sería buscar piezas de recambio solamente para esas vacantes.

En el laboratorio de A Madroa, sin embargo, Berizzo ideó un revolucionario plan para el primer partido oficial de 2016 que incluía cambiar de posición a casi medio equipo: Rubén Blanco volvería a sustituir a Sergio Álvarez en la portería; Sergi Gómez jugaría como mediocentro, en vez de central; Jonny dejaría la banda para pasar al centro de la defensa; y Señé se situaría a pie cambiado por la izquierda del ataque, donde Orellana estaría flotando entre la banda derecha y la mediapunta, en coordinación con Wass.

"Siempre que sucede un inconveniente, me ilusiono mucho con encontrar soluciones. Hemos tenido ausencias y el equipo ha seguido adelante.Todas estas pruebas confirmaron que, aún siendo una plantilla corta, el equipo da la cara siempre. El que juega en una posición diferente lo hace tan bien porque se siente dentro de un esquema que lo protege. En ese sentido, tenemos mucha solidez y reaccionamos frente a un imprevisto", señalaba Berizzo la víspera de jugar en Granada, donde el Celta consiguió una solvente victoria sin la participación de Nolito y de Hernández. Ese día, el experimento del preparador céltico funcionó. Acertó con la elección de Mallo como central, junto a Cabral, en recolocar a Orellana en la mediapunta para que Wass y Augusto se encargasen del centro del campo y que Señé y Bongonda actuasen como extremos.

El plan para Los Cármenes resultó perfecto, por lo que se esperaba que Berizzo aprovechase esa fórmula para Málaga. El sábado, en cambio, incidió en la rotación semanal en la portería, modificó la defensa para reconvertir a Sergi Gómez en mediocentro, cambió de banda a Señé y apostó por Jonny como central.

Esta vez, el equipo perdió su identidad y el sello de calidad. En ello quizás tuvieron mucho que ver los errores de Rubén Blanco en los dos goles del Málaga. Tampoco funcionó Sergi Gómez en el centro del campo ni Señé en la banda izquierda ni Jonny como central.

La polivalencia que promueve Berizzo y que defiende el Celta saltó por los aires el sábado. El técnico seguirá defendiendo las enseñanzas de Bielsa. Salvo algunas excepciones -Nolito, Planas, Cabral, Fontás o los porteros-, la plantilla celeste participa en la polivalencia que promulga su técnico: "Hemos resuelto un montón de dificultades con mucha madurez. Creo mucho en lo que hacemos, en la sintonía del club para hacer un equipo cada vez más fuerte y debemos ir en esa dirección", apuntaba Berizzo antes de afrontar el partido de Granada. Tras la derrota de Málaga toca analizar el plan de polivalencias y rotaciones, pues genera dudas.

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