El partido caminaba hacia el desenlace del primer acto. Minuto 41. Wass intentaba llegar al esférico antes que Iraizoz y en el trayecto era derribado por Laporte. El francés cometía un error inocente. Se olvidó de disputar el balón y fue directamente a frenar al internacional danés.

La grada protestaba al momento. Pérez Montero decidía no sancionar la acción, una jugada que dejaba pocas dudas. El colegiado andaluz y sus asistentes no vieron cómo Wass era derribado por Laporte. Una jugada que pudo haber sido decisiva en el resultado final.