Ester Navarrete completó ayer en O Castro una semana perfecta. Tras imponerse el martes el la Invasión Celeste, ayer añadía una nueva victoria en la mítica carrera de los escalones, en la que participaba por vez primera. "Es dura, ya iba concienciada de que iba a sufrir y bueno, sufrí a partir del ayuntamiento, cuando empecé a notar que las piernas estaban más pesadas pero lo único que pensaba era "o Castro está ahí" y cuando llegué me dije. ¿Ya terminó?", relata. "Vas pensando dónde pisas, en las escaleras y no vas ni pendiente del reloj", asegura.

En su primera participación, la céltica concluyó muy satisfecha de la experiencia. "La verdad es que es dura, pero estuvo bien. La parte buena es la de abajo, que se dispersa la gente y no estás en aglomeración. Hay algunas zonas estrechas. Es bonita, corres por Vigo así como quien no quiere la cosa", explica.

También le resultó llamativo correr por A Pedra, con "los restaurantes con las terrazas llenas por la gente del Queen Mary II. Más espectáculo y más ánimos; me gustó mucho".

María Jesús Gestido fue su gran rival en la carrera de ayer. "Tuve que controlarla continuamente, pero no me lo puso difícil. Es más, se lo tomó con calma cuando vio que era tan dura. Empezó a ver que subía bastante y decidió tomársela con calma según me dijo", explica.

Navarrete confesó sentirse "nerviosa" antes de la carrera. "Estaba un poco nerviosa porque no sabía cómo me iba a responder el cuerpo y la verdad es que bien. Tuve nervios porque después de haber estado enferma no sabía cómo iba a estar aquí y la verdad es que bien", dice una "pletórica" Navarrete tras una semana perfecta. "Ojalá pueda hacer triplete en el Pavo, ¿dónde hay que firmar?", bromeó. "En serio, para el Pavo creo que va a venir gente muy buena y me lo va a poner difícil, aunque yo tampoco se lo voy a poner fácil".