El arbitraje en el fútbol gallego continúa en guerra después de que la Federación Gallega de Fútbol (FGF) aceptase la dimisión del presidente del Comité Técnico Gallego de Árbitros por las presiones de las delegaciones del norte. El cese del vigués Fernando Iglesias ha trasladado el problema al sur, donde los árbitros de la delegación de Vigo lamentan la marcha de su dirigente y con los votos de una mayoría abrumadora (el 97 por ciento de los 130 votos emitidos) dedicieron convocar una huelga para el fin de semana que viene. Con este órdago, el problema pasa a depender nuevamente de la federación que preside Rafael Louzán, que en los próximos días tendrá que asumir una serie de reivindicaciones del colectivo arbitral vigués para que "no se repita" lo de Iglesias. Solo así se podrá evitar la paralización de las competiciones en Vigo y comenzar a que se normalice la situación.

"No quedó nada arreglado y tienen una convocatoria de huelga en firme para la próxima semana", anunció ayer José Varela, árbitro de Regional Preferente y portavoz del colectivo en Vigo. "Les vamos a pasar una serie de condiciones que no haremos públicas hasta que las conozca la federación", continuó Varela, que se muestra convencido de que los dirigentes de la FGF ya están al tanto de lo que solicitan para desbloquear una situación que ellos afirman no haber provocado.

El colectivo arbitral estuvo reunido el jueves con los dirigentes federativos durante tres horas. "Ellos saben cuáles son las condiciones. En la misma, les dejamos claro que la huelga no nos parece un instrumento válido para dirimir las cosas, sino que hay que arreglarlas hablando y dialogando", prosigue el portavoz de los árbitros de la delegación de Vigo.

Este colectivo lamenta que Fernando Iglesias tuviese que abandonar la presidencia de los árbitros gallegos por las presiones de la delegación de Santiago, que mantuvo un fin de semana de huelga, y a la que se unirían después las de Ferrol, A Coruña y Lugo. Y lamentan que la federación se plegase a esas presiones y aceptase la dimisión de Iglesias. "Otras personas plantearon ese terreno de juego [la huelga] y ellos quisieron jugar ahí. No fuimos nosotros. Nosotros les apoyamos y les pitamos los partidos en otra delegación [Santiago] para que no tuvieran que verse en esa tesitura. Pero ellos después se plegaron a todo lo que les solicitaba la gente de Santiago, contra cuyo delegado no tenemos nada personal. En Vigo no tenemos nada en contra de él ni de ningún árbitro de Galicia. La relación es perfecta y no hay ningún problema, pero sí es cierto que con Fernando Iglesias no han obrado bien y consideramos que era la persona adecuada para estar en ese puesto. Y ellos [la federación] hace ocho meses también creían que era la persona adecuada para ese puesto", reitera José Varela.

La huelga afectaría a alrededor de 300 partidos de Regional Preferente hacia abajo, en el área que corresponde a la delegación de Vigo. "Creemos que el plazo de una semana es suficiente para que nos demuestren que esto no va a volver a repetirse", añade el portavoz arbitral.

La federación, por su parte, es más optimista y a través de su vicepresidente, Gustavo Falque, ayer dio por zanjado el conflicto. "En principio, está todo el tema arreglado. Lo importante del fútbol es el fútbol. La directiva de la Federación Gallega quería que el fútbol no parase, y gracias a dios creo que eso se ha conseguido", asegura Falque.