Las seiscientas treinta entradas que el Celta ha puesto a disposición para sus abonados para el derbi han volado en pocas horas. A las siete de la tarde, una hora antes del cierre, las taquillas de Balaídos colgaron el cartel de no hay billetes tras una jornada de flujo constante de aficionados, con colas poco antes de la apertura, sobre todo por la mañana, donde la espera para adquirir los preciados billetes (un máximo de dos y solo para abonados) se aproximó a las dos horas.

"Vine por la mañana y tuve que dejarlo para esta tarde", explica Álex Pardo, abonado de Marcador y peñista de Arribada Celeste. "Salí de la universidad y me dije: voy a perder una hora, pero al llegar me di cuenta de que iba a perder toda la mañana, así que me he venido a primera hora de la tarde y, por suerte, aún quedaban", resume.

Pardo, veterano de guerra en los clásicos, no oculta su emoción por vivir un nuevo partido de máxima rivalidad en territorio hostil, aunque espera un ambiente bastante más tranquilo que el de otros años. "Ahora está todo más restringido y todo el mundo se cohibe un poco más de hacer locuras. El fútbol hay que sanearlo, es para ir a verlo y disfrutarlo. Yo he ido a Riazor lloviendo piedras y he pasado mucha tensión. Pasas miedo porque de ahí no puedes salir, aunque ahora, con las restricciones que hicieron, la cosa está mucho más relajada", apunta el hincha celeste, que lamenta que el club haya obviado este año a las peñas para la organización del viaje. "Este año es un sálvese quien pueda porque el tema de los buses está difícil. Yo iré por mi cuenta. La gente que no pertenece a una peña no tiene otra opción; antes, si ibas con una peña, podías ir en autobús pero este año está muy complicado encontrar uno", apunta.

Jorge Garea, socio de Marcador, desconocía ayer cómo iba a viajar hasta A Coruña. "Llevo 24 años de socio, así que ya he perdido la cuenta de los derbis que llevo. Ya teníamos el viaje organizado con una peña y ahora aquí nos ves, consiguiendo la entrada y moviéndonos como podemos. Ahora ya no dan las entradas a las peñas, se ha decidido que cada cual organice su viaje", se queja este céltico, que lamenta que solo se hayan puesto 630 localidades a la venta, aunque lo achaca a la remodelación de Balaídos. "Han puesto pocas a la venta pero creo que es porque a la vuelta, por el tema de la remodelación del estadio, no le pueden dar más a ellos", explica Garea, que también prevé un derbi "más tranquilo". "Ya el año pasado fue más tranquilo. No pasó nada, lo que pasa es que este año está la cosa de que cada uno tiene que ir por su cuenta", dice.

Por su cuenta irán a Riazor Marta y Antía, abonadas de Marcador, que vivirán el próximo día 21 su segunda experiencia en el estadio herculino. "Fuimos por primera vez a Riazor el año pasado y nos quedaron ganas de repetir. No es lo mismo ver el derbi en el campo que por la tele. La verdad es que es una pasada", subrayan. Y añaden: "Fuimos por nuestra cuenta y no tuvimos ningún problema, lo único esconder la bufanda hasta que llegas al campo".

Laura Lorenzo, mientras, vivirá su primera experiencia en territorio del eterno rival después de conseguir hacerse ayer con una entrada con relativa facilidad. "La verdad es que no me ha costado mucho conseguirlas. Me avisaron a primera hora de que había mogollón de gente y que se iban a agotar, pero he venido a última hora de la mañana y no he tenido ningún problema. Ha sido llegar y cogerlas", se congratula esta abonada de Río, que se muestra emocionada ante su primera visita a Riazor. "Será mi primer derbi, realmente soy deportista [practica el taekwondo] y siempre me coincidía el derbi con algún campeonato. Es el gran partido y tengo muchos nervios porque lógicamente quiero que ganemos", apunta Lorenzo, que no tiene miedo de que suceda algún incidente con la afición rival. "No me da ningún miedo ir a Riazor, lo que realmente me da miedo es perder el partido y tener que aguantar el chaparrón allí", señala.

José María, abonado de Preferencia, es en cambio todo un veterano del clásico gallego. "Desde que tengo uso de razón, año tras año, ahí estamos. No queda otra. No sabría decir cuál fue mi primer derbi en Riazor, ha habido demasiados", afirma, Y agrega: ". Este año va a estar más igualado porque ellos tienen el equipo mejor montado que el año pasado y me imagino que será un partido más disputado, pero en un derbi nunca se sabe", comenta este socio, que también viajará a Riazor por sus propios medios. "Iremos en coche particular. El año pasado nos salió bien y es más cómodo y fácil porque te evitas la recepción peligrosa que suele haber todos los años. Aparcas, entras en el estadio y ya está", indica.

Alejandro Pérez, socio de Marcador y vicepresidente de la peña Afouteza, prevé en cambio viajar en autobús al estadio herculino. "Estamos negociando la contratación de un autobús. Ahora ya no es peligroso como antes porque ya no te llevan por Alfonso de Molina, sino que vas por una circunvalación que te deja directo en Riazor. El año pasado tampoco había autobuses y al final conseguimos uno", explica este veterano hincha que vivió su primer derbi en 1993 con su padre y "desde que cumplí los 16 años no me he perdido ninguno".