El celtismo vivió ayer otra jornada especial en A Madroa, de las que apenas abundan en los últimos tiempos debido a la asiduidad con que los entrenamientos en A Madroa se cierran al público. Más de un centenar de aficiones se acercaron a la ciudad deportiva de Candeán para disfrutar de la vuelta al trabajo de la plantilla celeste y mostrar al equipo el agradecimiento por el excelente arranque de campeonato que está protagonizando y por el triunfo en Anoeta, tras un paréntesis de dieciséis años sin ganar en San Sebastián.

Los seguidores que ayer acudieron a las dependencias de A Madroa tuvieron que esperar una hora para ver a los jugadores, que saltaron al campo de entrenamiento después de analizar en vídeo el partido contra la Real Sociedad. Los que fueron titulares salieron más tarde y fueron obsequiados con aplausos cuando pasaron cerca de una grada en la que los más jóvenes se asomaban al campo desde la red de protección.

Mucha paciencia mostraron los asistentes a la espera de que Berizzo diese por finalizado el entrenamiento. La grada se desalojó para buscar una buena ubicación en el párking por donde saldrían los jugadores. Las fotografías y los autógrafos tomaron entonces el protagonismo para una afición que volvió a volcarse con el equipo celeste, que continuará preparando el partido del sábado ante el Valencia. Hoy y mañana trabajará a puerta cerrada. El jueves volverán a abrirse las instalaciones de A Madroa para afición y prensa. Será día laborable. Ayer fue festivo y muchos lo aprovecharon para estar cerca de sus ídolos.