El Celta recuperó sensaciones a base de goles, logrando por segunda semana consecutivas sumar cuatro tantos. Una victoria que coloca a los célticos de nuevo en la zona alta de la clasificación, a cinco puntos de la segunda plaza, que permite disputar la fase final de la Copa del Rey, y a seis del primer clasificado.

Los célticos sabían que ayer estaban ante una nueva prueba de fuego. Hace una semana, ante el Alondras, había esbozado una ligera idea de lo que pueden ofrecer en esta competición, por lo que el encuentro ante los asturianos era la mejor oportunidad para confirmar esos buenos presagios.

El Celta le imprimió un fuerte ritmo al partido desde el comienzo. Conscientes de que puede pasar problemas defensivos en cualquier momento y ante cualquier rival, el planteamiento del equipo no puede ser otro que lograr marcar el mayor número de goles posibles en cada encuentro, de ahí los últimos dos resultados. Ayer, la estrategia volvió a funcionar a la perfección, pues los tres primeros tanto llegaron en jugadas a balón parado, y en menos que veinte minutos el encuentro quedó visto para sentencia con cuatro goles.

Tras el paso por los vestuarios los vigueses bajaron el ritmo del encuentro, conscientes de que lo importante lo habían hecho en la primera parte. El Llano 2000 trató de maquillar el marcador, pero en esta ocasión todos los jugadoras hicieron un gran trabajo defensivo evitando encajar algún gol.