UD Las Palmas y Villarreal igualaron sin goles en un partido condicionado por el mal estado del campo, un resultado que corta las últimas derrotas consecutivas de ambos y permite a Quique Setién debutar con un punto en el banquillo local, aunque no abandonar la zona de descenso.

El nuevo técnico del equipo canario hizo añicos el pasado con Paco Herrera al cambiar no solo el dibujo táctico, descartando la defensa de cinco hombres, sino también apostando por tres jugadores con escaso o nulo protagonismo con su antecesor en el cargo.

Setién sorprendió con la inclusión de Tana entre líneas, sin minutos con Herrera y del que el propio entrenador saliente había dicho que no jugaba porque no se implicaba en las tareas defensivas. Además, el marroquí El Zhar y Vicente Gómez estrenaron titularidad esta temporada.

Eso sí, el preparador santanderino repitió la línea de zagueros con la que la Unión Deportiva había sido goleada una semana antes en Getafe, y que provocó el cambio en el banquillo.

Fue Las Palmas quien más tuvo el balón, pero sin apenas ocasiones y con escasa profundidad, debido al buen trabajo de presión de los castellonenses y a que el campo no ayudaba. Un remate del argentino Araujo a la media vuelta en el minuto 8, que despejó a córner Areola, fue su único tiro entre palos.

El segundo periodo no varió el registro del partido entre dos equipos muy pendientes de no cometer errores para no encajar, y de aprovechar alguna acción de estrategia.

En la prolongación, Las Palmas pidió en vano dos penaltis, primero por un presunto derribo a Aythami, y después por unas posibles manos, en sendas acciones a balón parado, porque el campo, en muy mal estado, no estaba para otra cosa.