El Lalín sumó ayer una derrota que lo sitúa por primera vez esta temporada en puestos de descenso directo. En una situación contraria se encuentra un Marcón que con esta victoria pone tierra por medio con la zona peligrosa de la clasificación para situarse en una cómoda parte media. En encuentro de rivales directos respondió a lo esperado, con mucho juego directo y dos equipos más centrados en la destrucción y en no cometer errores que en generar fútbol. El resultado fue un partido con pocas ocasiones, decidido a favor del conjunto pontevedrés por una concesión de la zaga del equipo dezano, al que le volvió a faltar acierto para igualar la contienda.

Las escasas dimensiones del campo de O Carrasco hicieron que ambos equipos despreciasen la posesión y buscasen jugar lo máximo posible en campo contrario. A este juego se amoldó mejor en Marcón que inquietaba a la zaga visitante con los saques de banda laterales colgados al área y con algunos lanzamientos desde la esquina. El Lalín por su parte encontró poco espacio para salir a la contra. Sus mejores ocasiones llegaron en un disparo de Jemba desde la frontal que atajó el meta local y un tiro escorado de Óscar Méndez.

Tras la reanudación, las apuestas de ambos equipos se mantuvieron. Los de Francis Sixto intentaron fijar mejor sus marcas, poniendo mucha atención a los segundos balones. Todo parecía controlado para los rojinegros cuando llegó la acción que terminaría decidiendo el choque. Arturo sería el encargado de abrir el marcador en una jugada en la que los defensores del Lalín permitieron que el balón botase hasta tres veces en su área sin despejarlo. Esa concesión a la altura del punto de penalti fue aprovechada por el centrocampista de Pontevedra para conseguir el primer tanto de la tarde.

Con el marcador en ventaja, el partido cambió. Los visitantes empezaron a realizar cambios en busca de la igualada y acumularon jugadores en posiciones avanzadas. Colgaron un gran número de balones al área del Marcón pero estos nunca encontraron el rematador buscado.

El buen orden defensivo de los locales se mantuvo hasta el pitido final. Antes sin embargo llegaría la acción que sentenció el partido y que dejó a los lalinenses con un jugador menos. Se produjo poco antes de cumplirse el tiempo reglamentario. Una contra del Marcón tras una falta lateral pilló al Lalín con pocos efectivos atrás. Esa transición terminó con una falta muy discutida por el Lalín. Cañón vio la roja directa por esa acción, en la que el colegiado señaló además una pena máxima. El disparo desde los once metros lo convirtió en gol Héctor. Ese tanto hizo bajar los brazos del Lalín a la espera del fin del encuentro.