El Granada y el Betis firmaron tablas (1-1) en un emocionante duelo andaluz en el que los locales gozaron de las mejores ocasiones de gol y que se decidió en la primera parte con los tantos del francés Dimitri Foulquier y de Rubén Castro, este último de penalti.

El equipo dirigido por José Ramón Sandoval, que enlaza tres empates consecutivos, apretó en la última media hora en busca de su primer triunfo en casa pero se mostró incapaz ante un Betis siempre bien colocado que se fue satisfecho con el punto sumado.

El Granada entró mejor en el partido y solo tardó tres minutos en adelantarse en el marcador después de un fallo del alemán Heiko Westermann al perder el balón ante Foulquier, que había ido a presionar muy arriba y superó en el mano a mano a Antonio Adán.

En un saque se esquina, Rubén Pérez cometió un penalti absurdo al tocar el balón con la mano cuando no había ningún peligro para su equipo, pena máxima que convirtió en el tanto del empate Rubén Castro.