Un árbitro asistente de Primera División ha presentado a través de un abogado una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción de Barcelona según la cual habría recibido presiones desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) para favorecer al Real Madrid en el "clásico" que disputará ante el Barcelona el próximo 21 de noviembre.

Según la denuncia, el pasado mes de septiembre se produjo una llamada en la que un miembro del CTA se puso en contacto con un árbitro candidato a dirigir el Madrid-Barça y le indicó que "deberá intentar (con su actuación) perjudicar los intereses del Barcelona". La denuncia agrega que el árbitro principal llamó a su asistente -el que supuestamente denuncia-, para decirle que "sería más conveniente que las decisiones más difíciles las tomara él como árbitro ayudante" y no el árbitro principal "pues su figura es más mediática, genera mayor controversia y están sometidos a un mayor control de los medios".

El asistente, tras negarse, señala en su denuncia que recibió posteriormente una llamada de una persona que se identifica como José Ángel Jiménez, vocal del CTA, en la que le indican "que sería más inteligente seguir esas instrucciones" pues "su carrera puede mantenerse muy alta", pero que en caso contrario "puede descender en el escalafón y la vida profesional de los árbitros es muy corta".

Llama la atención sin embargo en este caso que la denuncia se presente cuando todavía no se conoce quién será el árbitro que dirigirá el Madrid-Barça, correspondiente a la 12.ª jornada de Primera, pues hasta el momento sólo se han adelantado los colegiados de la décima jornada.

El presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, dijo sobre el tema que "la Federación Española de Fútbol debería aclarar de manera inmediata. Es una denuncia gravísima y lo que hay que hacer ante una acusación de este tipo es clarificarla o adoptar medidas".

El presidente del CSD dijo también que no comparte "que se pueda lanzar una acusación tan grave, y que se haga de una manera que impida a las autoridades y a la opinión pública conocer de qué estamos hablando".

"Me gustaría que la Federación de manera inmediata aclarase lo que tiene que ver con esa acusación", afirmó. "O sale la persona en cuestión o esto es peor que una broma de mal gusto. O sale del anonimato y actúa con todas las consecuencias o habrá que pasar página y pedir responsabilidades al autor que pone en entredicho a personas e instituciones", dijo Miguel Cardenal ayer en un programa radiofónico.

Por su parte, la vicepresidenta del área económica del Barcelona, Susana Monje, espera que no se confirmen las presiones que un árbitro asistente de Primera División ha recibido supuestamente desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) para favorecer al Real Madrid. "Espero que no se confirme porque sería perjudicial para la competición y su prestigio", dijo Monje en la rueda de prensa de presentación de los resultados de explotación de la temporada pasada y los presupuestos del curso 2015/16.

Susana Monje ha asegurado, además, que dicho caso "será objeto de comentario" en la reunión extraordinaria que la junta directiva del Barcelona celebraría ayer por la tarde.