La portera juvenil Maura Fernández fue una de las protagonistas del partido del domingo del Mecalia Guardés ante el Bnei Herzliya israelí correspondiente al partido de vuelta de la Recopa de Europa.

El día anterior Estela Carrera se lesionó y no pudo competir el domingo. El mismo sábado Maura tuvo que suplirla, ya que Cristina Maestro, con una rotura fibrilar, tampoco pudo jugar. El domingo a la joven, de 16 años, le tocó defender la portería del Mecalia durante los 60 minutos. Y lo hizo con solvencia.

"Es muy tímida y reservada", dice el entrenador Manu Etayo. Pero Maura habla bajo los palos. Su juventud no han sido un obstáculo para defender con garantías la portería de su equipo en la doble cita europea del fin de semana.

"Ya había debutado en Liga, ante el Granollers, y lo hizo muy bien, y en pretemporada también, en los partidos de preparación antes de empezar la liga", dice Etayo. Además de hacer la pretemporada con el primer equipo, también se entrena de forma asidua con las mayores, "dos o tres días por semana". Y "cada vez que le ha llegado la oportunidad de jugar la ha aprovechado y la verdad es que en la Recopa nos ha echado una mano", afirma el técnico sobre la portera, que es juvenil de primer año.

"Siempre es bueno que los juveniles nos puedan ayudar ya que estamos con la plantilla justa", dice Etayo, que destaca de Maura su velocidad y sus reflejos. "Tiene el hándicap de que es una jugadora pequeñita, con poco físico, pero eso lo suple con su rapidez. Tiene muchos reflejos y creo que esas serán sus principales cualidades: velocidad y reflejos".

Su carácter reservado le sirvió para no mostrar los nervios que se presuponen a un reto de tal envergarura. Seguro que pasó nervios, pero no los trasmite, no se le notan en absoluto. Creo que ha disfrutado de la experiencia y todas sus compañeras han estado muy pendientes de ella y tanto Cristina como Estela han estado junto a ella y eso ha sido de gran ayuda", dice.

Estela sufre un pequeño esguince y podría llegar al próximo partido del sábado, más difícil lo tiene Cristina, que sufre una rotura de fibras.