Son varios los futbolistas sobre los que la Agencia Tributaria ha puesto su punto de mira por haber incurrido en posible fraude fiscal. De los nombres que han trascendido, otro de ellos convive con Messi en el vestuario del Barcelona. Se trata de Javier Mascherano. El argentino defraudó 1,5 millones de euros a Hacienda por la cesión de sus derechos de imagen a dos empresas radicadas en Madeira y Miami en los ejercicios fiscales de 2011 y 2012. Mascherano ya ha abonado la cantidad que se le reclamaba más 200.000 euros en concepto de intereses.

Los derechos de imagen son normalmente el concepto que provoca controversias entre el fisco y los futbolistas, y el material con el que trabajan los asesores para evitar el pago de impuestos. Xabi Alonso, centrocampista del Bayern y ex del Real Madrid, que fue además compañero de Mascherano en el Liverpool, también empleó un sistema parecido al ceder sus derechos de imagen a una empresa de Madeira. Alonso, que está siendo investigado, no ha admitido de momento ninguna irregularidad. Al contrario, su única reacción pública ha sido un comunicado en el que asegura haber cumplido "con todas y cada una" de sus obligaciones fiscales" .

Otro ex madridista, Iker Casillas, desembolsó dos millones de euros a Hacienda en 2014, aunque en su caso no hubo multa añadida, ya que los técnicos fiscales reconocieron que los impuestos que había dejado de pagar el arquero obedecían a "discrepancias en la interpretación de la normativa".