Partido importante para Norm Maxwell, su debut en cierto modo, aunque suene extraño en alguien que fue All Black, un dios del oval. El deporte plantea un reto en cada meandro del camino. El de Maxwell, que ha encontrado un hogar en este rincón del mundo rugbier, es ejercer de entrenador del Blusens Networks sin ningún socio a su lado. Maxwell llegó a Vigo de la mano de David Monreal y compartió con él las dos primeras campañas y media. Se tomó después un descanso, por una experiencia vital en África, y al regresar hizo tándem con Alberto Mera. Al otro solía corresponderle el peso táctico; Maxwell lideraba lo espiritual. Ahora todo le corresponde, bien que con la colaboración del director deportivo, Troski.

El neozelandés valora el rendimiento del equipo, especialmente tras una pretemporada en la que la carencia de seguro médico les ha impedido disputar amistosos y ha limitado el contacto en los entrenamientos. "Estoy muy contento, orgulloso de los muchachos y de su esfuerzo. Hemos vivido una situación difícil", indica.

Le agrada el resultado en algunos cambios de posición operados, como la reconversión de Uru de zaguero a apertura. "Asombroso, no puedo hablar mejor de su actuación. Es un jugador con mucho futuro", pronostica Maxwell. A Tatafu lo retrasó de la primera a la tercera línea. "Está trabajando mucho, más que otras temporadas. Temía por su lesión. Afortunadamente estará bien", comenta. Tatafu, sustituido justo tras su ensayo, que logró ya lesionado, solo sufre una contractura.

Maxwell elogia finalmente al Peña La Única y envía un recado a los árbitros: "Estoy muy contento con la actitud del rival. No se rindieron en ningún momento. Jugaron duro. Me preocupa el tema del fuera de juego. Estaría bien que los equipos lo temiesen más. Habría más espacio para jugar".