Orden y disciplina fue lo que pidió Francis Sixto en la previa del encuentro disputado ayer en el Cortizo, y eso fue lo que ofreció el Club Deportivo Lalín, sobre todo en los primeros 45 minutos, delante del Portonovo. Los rojinegros se vaciaron para maniatar a los arlequinados de Luis Oliveira en un partido con pocas ocasiones de gol y donde la táctica se impuso en todas las facetas del juego. El 4-3-3 propuesto por el entrenador lalinista asfixió a los visitantes en el centro del campo gracias a la presión ejercida por hombres como Maceiro, Gabi y Brais, secundados por un Manu Rego que fue de los mejores del encuentro. Sin embargo, el Lalín adoleció de puntería ayer en el Municipal debido a los numerosos tocados de su delantera frente a un Portonovo que apenas propuso en ataque para conseguir un punto.

Dani Reboredo, otro de los destacados en el bando local, inició las hostilidades a los diez minutos con un centro que se envenenó y que Alejo no supo atajar para dejar marchar el balón por la línea de fondo. Dos minutos después se pidió un posible penalti en el área visitante por derribo de Melchor a Brais que el colegiado no señaló. En el 14, la presión ejercida en el centro del campo por los rojinegros hizo posible que Manu Rego centrase para que Óscar Méndez rematase fuera por poco.

El encuentro fue más feo en la reanudación. El Portonovo siguió sin inquietar apenas a Michi y hubo que esperar al tramo final, con Francis y su segundo fuera del terreno de juego expulsados, para ver aproximaciones en ambas áreas. Nacho y Nelo por los visitantes, y Jemba en los locales pudieron decantar la balanza cuando las fuerzas fallaban en los dos equipos, pero el marcador no se movió.