Éxito en la primera edición del Desafío Boot Camp Race disputado en Vigo. Participaron cerca de 1.300 personas, entre todas las categorías (también niños), congregando a 8.000 espectadores. La intención de la organización es repetir la experiencia, con el mes de mayo como la fecha predilecta. En las próximas semanas se hablará de la cuestión.

El Desafío Boot Camp Race consiste en una carrera de obstáculos, gran parte de los cuales se mantienen en secreto hasta el día de la prueba. Por eso, aunque las salidas se iniciaban a las 11.00 horas, ya eran muchos los que a las 9.30 se habían acercado a la playa de Samil para descubrir en qué consistía el reto. El circuito estaba balizado y se adaptaba a diferentes grados de dificultad. Los mejor preparados habían sido incluidos en la categoría élite y los menos, en la "daredevil". Había además modalidad individual y por equipos. Algunos se tomaron el Desafío Boot Camp de forma muy lúdica. Llamó la atención un grupo disfrazado del personaje de cómic Capitán América. La organización les entregó un premio.

Al final, ante la gran asistencia, las tandas de salida abarcaron hasta las 13.40 horas. En la categoría élite había que sortear 21 obstáculos de muy diversa naturaleza. Nolo Romero Vázquez ganó con un tiempo de 31 minutos y 44 segundos, por delante de Juan Balsa Estévez (32.02) y Christian Andrés Zarta Muñoz (33.22).

En "daredevil" y equipos eran 17 obstáculos. En individual ganó José Carlos Meno Míguez (26.28), seguido por Gonzalo Vales Iglesias (27.35) y Roberto Fandiño Peset (27.57). Por equipos, el bautizado como Dream Team se impuso con un crono de 31.21, por delante de la Brilat 29-1 (32.20) y Vivateam (33.23). Y es que miembros de la Brilat (Brigada de Infantería Ligera Autotransportable, con base en la provincia), además de ayudar a la organización, participaron, incluiso su coronel, y prometen volver a hacerlo en la segunda edición, en la que la Brilat celebrará su 50º aniversario. También compitieron doce centros deportivos. Además, 200 de los inscritos provenían de fuera de Galicia. Gran satisfacción en general con la experiencia y con la infraestructura de la prueba, que incluía carpas con duchas, masajes, una exposición con material de la Brilat y hospitales móviles, si bien apenas hubo incidentes. Dos esguinces fueron las lesiones más graves.