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Un equipo que enamora

El Celta jugó el miércoles con el Barça, no contra el Barça

Guidetti, tras marcar el cuarto gol. // José Lores

El Celta le dio al Barça de su medicina. El equipo vigués movió el balón con rapidez, muy ordenado, y sobre todo no tuvo miedo. El miércoles, y ya es costumbre, vi a un Celta atrevido, valiente y sobre todo solidario. Manejó muy bien varios registros del partido. Supo atacar con transmisiones rápidas cuando el partido lo requería. Y supo contragolpear cuando hubo que cambiar de giro.

Una variante decisiva. Para ganar estos partidos necesitas poner en práctica tu mejor versión y que el equipo contrario no tenga su día. Además, Berizzo organizó una variante con un resultado enorme. Dio entrada a Radoja en lugar del "Tucu" Hernández y mejor no le pudo haber salido. El medio del campo fue clave. Wass, Augusto y el mismo Radoja cortaron todos los circuitos que alimentan a los de arriba. Ahí empezó a ganar la guerra táctica, en un medio campo intenso, agresivo y con mucho criterio a la hora de circular el balón, respaldado por una defensa que el miércoles no cometió ni un solo error.

Enorme el partido de los centrales. Desdibujaron a un delantero de la talla de Luis Suárez y eso no es nada sencillo. Cabral y Sergi Gómez lo lograron. Ambos hicieron un partido para enmarcar. También lo fue el de los laterales encargados de custodiar a las otras dos figuras mundiales como Neymar y Messi. Ellos lograron que no participaran en el juego ofensivo, haciendo un marcaje hombre a hombre que fue para sacarse el sombrero.

Párrafo especial para los de arriba. De sobra conocemos lo desequilibrante que son en el uno contra uno, el olfato goleador de cada uno de ellos y su valentía a la hora de atacar. Pero, en este caso, me gustaría resaltar su solidaridad a la hora de defender. El juego en el uno contra uno implica sacrificio. Orellana, Nolito y Aspas ayer se pusieron el mono de trabajo a la hora de defender y el esmoquin a la hora de atacar. Eso habla de la humildad de un equipo con mucho hambre.

Berizzo, al volante. Todo lo anterior estuvo conducido por un "Toto" Berizzo que solo entiende el fútbol de una manera: buscar la portería contraria. El miércoles ganó el fútbol. Esperemos seguir disfrutando de este Celta en lo que resta de temporada.

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