No acudía el Mecalia Guardés en su mejor momento al partido de ayer en tierras canarias para jugar contra un claro equipo que aspira a conseguir el título de liga esta campaña, el Rocasa Gran Canaria Ace. Numerosas lesiones mermaron al equipo de Manu Etayo, que solo pudo desplazar a once jugadoras y algunas de ellas tocadas. A pesar de ello realizó un gran partido, que perdió por la mayor amplitud de banquillo de su rival.

Naiara abría el marcador con dos goles consecutivos (acabaría siendo la máxima goleadora del partido con ocho goles) y ponía al Mecalia Guardés por delante. Con una gran defensa del equipo gallego el conjunto canario tenía dificultad para conseguir batir la portería defendida por Cristina Maestro y hasta pasados seis minutos de partido Alba Albadalejo no conseguía el primer gol para el Rosacas Gran Canaria Ace.

Tras la exclusión de Naiara el Rocasa consiguió igualar el marcador 3-3. Pero las guardesas consiguieron abrir brecha nuevamente y con un 3-6 el entrenador local se vio en la obligación de pedir tiempo muerto. A pesar de esta medida el Mecalia Guardés llegaría al descanso con una ventaja de tres goles (5-8).

En la segunda parte, el Mecalia tuvo un fuerte bajón en el juego y durante siete minutos no fue capaz de batir la portería de su rival, defendida por la internacional Silvia Navarro. Esto unido a la segunda exclusión de Naira hacía que el Rocasa se colocara por primera vez por delante en el marcador (11-10).

El entrenador el Mecalia, Manu Etayo, se vio en la obligación de pedir tiempo muerto para frenar el ataque de las canarias, además de llevarse una amarilla por protestar las decisiones arbitrales que no estaban siendo iguales en ambos campos, una exclusión para las canarias y cinco para las gallegas.

El Rosaca Gran Canaria volvía a aprovechar una exclusión del Mecalia, en esta ocasión la de Inés Hernández, para irse de tres en el marcador (16-13). En esos momentos el encuentro se rompió del todo y el Mecalia Guardés ya nada pudo hacer para evitar la derrota.