El parón liguero ofrece a los futbolistas un paréntesis. Sobre todo a aquellos jugadores que no han sido convocados por sus respectivas selecciones. Estas pequeñas vacaciones provocaron diferentes imágenes tras el encuentro que Celta y Rayo Vallecano disputaron el pasado sábado en Balaídos (3-0).

El conjunto vigués suma su segunda victoria del curso. Firmaba el pleno de puntos tras vencer a un cuadro franjirrojo que todavía no conoce la victoria. El Celta se aferraba de nuevo a la primera plaza de la máxima categoría. Dos de los protagonistas de este duelo fueron Nolito y Toño. Posiblemente la cara y la cruz del choque. El gaditano anotó dos tantos y asistió a Fontás para que rubricase la victoria. El guardameta vio la roja directa al derribar a Wass en el área, una acción que dejó a su equipo en inferioridad numérica durante más de 80 minutos.

Tras el pitido final la televisión se centraba en la conversación que mantenían Nolito y Toño. Era el reencuentro de dos jugadores que habían coincidido en el Granada. La estrella del Celta y el portero del Rayo Vallecano, clave en el empate ante el Valencia de hace una semana, disfrutaron el domingo de dos rincones como el Val Miñor y la playa de Samil.

Los dos futbolistas mostraban en la red social Instagram su feliz jornada de domingo. Nolito ejerció de anfitrión. Llevó a Toño a comer al restaurante Rocamar, un local que se ha convertido en un habitual en el círculo futbolístico como han sido las recientes visitas del "Mono" Burgos y del excéltico Quique de Lucas.