Iván Alonso, ganador en la modalidad de K-1, reconoció que "este año todo fue perfecto". Se refería al disgusto que se llevó al temporada pasada cuando no pudo lograr la victoria tras sufrir un percance. "Había que arriesgar lo justo y no cometer errores. Eso era lo más importante", señaló. Entró segundo en la clasificación general tras el K-2 del Club Piragüismo Vilaboa. Fue una intensa batalla hasta que el tudense decidió apostar por otra táctica. "Ellos estaban muy fuertes. Decidí quedarme en un grupo, lo que me benefició", desveló. Iván Alonso apostó fuerte en los últimos cien metros, cuando decidió aumentar su ritmo para entrar segundo en la meta. Superó a todos sus adversarios y también a su compañero Diego Piña, que fue segundo en K-1. "Nos conocemos bien. El se quedó atrás poco antes de la meta. Fue una lástima, pero el deporte tiene estas cosas. Hizo una buena regata".

El palista, que dentro de un mes afrontará el Campeonato del Mundo de maratón en Hungría, reconoció que "es un orgullo estar presente en el Descenso del Miño y además ganarlo. Esta prueba tiene mucho prestigio y además queda demostrado con la gran asistencia de público que nos apoyó de forma constante a pesar de la lluvia porque el día estuvo realmente desagradable".