Minuto 57. El Celta no renunciaba a la proeza. Seguía opositando a neutralizar el afortunado gol de James al filo del descanso. El encuentro seguía siendo una montaña rusa, pero el conjunto vigués era el que llevaba claramente la iniciativa en los primeros minutos del segundo período. En una de las constantes llegadas de los locales llegaría la acción más polémica del encuentro. Internada de Orellana que medía mal Kroos. El alemán, en su intento por recuperar el esférico, derribaba en el área al internacional chileno.

Todo el Celta y la grada reclamaban la pena máxima. Pérez Montero estaba próximo a la acción. Ordenó seguir. El juego continuó mientras la jugada parecía que no ofrecía dudas. Kroos mide mal. Llega tarde y causa la caída de Fabián Orellana. Los madridistas justificarán la decisión del colegiado andaluz en que el contacto no fue suficiente, pero la realidad es que el internacional alemán impide el avance del jugador céltico justo cuando enfilaba la meta defendida por Iker Casillas.

El arbitraje de Pérez Montero acabó por exasperar a los célticos. Señaló el mínimo contacto que sufrían los futbolistas del Real Madrid a la hora de elaborar su juego. Esta rigurosidad impedía que la presión diseñada por Berizzo fructificase. Una vez concluido el choque, Nolito ya comentó que prefiere no hablar de los árbitros. "Es como pedirle al limonero que te de magdanelas". Gran frase del gaditano para resumir la actuación del colegiado andaluz.