A punto de cumplirse dos años de su precoz debut en Primera División en el Coliseum Alfonso Pérez, Santi Mina regresará mañana al estadio del Getafe convertido en un jugador diferente, más poderoso y versátil. Así lo cree al menos el propio Mina, que percibe una evolución más que considerable en su juego desde aquella tarde en que Paco Herrera le hizo debutar en la máxima categoría antes de cumplir la mayoría de edad. "Es un orgullo volver al campo donde debuté y una buena señal regresar a ese estadio", dijo Mina, que espera que el duelo frente a los azulones se convierta en el punto de inflexión de un nuevo despegue del Celta.

Santi Mina se ve diferente al ilusionado chaval que se convirtió hace un par de años en el cuarto jugador del Celta más joven en debutar en la máxima categoría. "He cambiado bastante, sobre todo en el aspecto físico. El otro día me pasaron una foto de mi debut y parezco un niño, ahora me noto más fuerte", explicó el joven artillero, que se considera también un jugador más maduro y versátil. "Antes en la banda derecha no tenía muchos recursos pero con las indicaciones que me han dado los entrenadores para que aproveche mi potencia he ganado en versatilidad", añadió Mina, que reconoce que le habría gustado disponer de más minutos esta temporada.

El artillero canterano valoró su actuación en la Copa del Rey, donde anotó dos goles y fue el más destacado de los célticos, pero no le sorprendió su suplencia en Cornellà-El Prat. "Siempre trabajo para jugar. Por suerte en Bilbao me salió un buen partido pero luego el míster decidió que jugara otro compañero en el partido de Liga contra el Espanyol, así que respetar su decisión y continuar trabajando duro para intentar entrar en el once", indicó Mina, que no está preocupado por la situación del equipo, que "es una piña", pero reconoce que Celta necesita con urgencia "volver a sumar de tres en tres".