- Usted jugó en Champions y Copa con el Barça. Pero es ahora cuando se aproxima su debut en Primera División como miembro consolidado de una plantilla. ¿Como afronta este instante?

- Cuando vine, ya tenía claro que la etapa del Barça se había terminado. Fue bonita. Estoy muy agradecido a todo lo que hizo el club por mí. Pero esto es un punto y aparte. Empieza una nueva historia con el Celta. Espero que el debut sea el soñado por cualquier jugador, sobre todo a nivel colectivo; que logremos la victoria, ya me toque jugar o no.

- Con todo, como miembro de la cantera azulgrana, había sobrevivido a numerosas cribas. Y ha de afrontar, en un momento dado, que no superará la última.

- A medida que vas creciendo te vas mentalizando, no de que puedes o no llegar, sino de que son muy pocos los que logran llegar y sobre todo establecerse en el primer equipo. Muchos llegan a debutar, pero el nivel está tan alto que ya sabes que cualquier día puede ser en el que tengas que tomar la decisión de irte y comenzar una nueva etapa. En mi caso fue este verano y estaba preparado mentalmente.

- De la cantera del Barça se dice que están especializados en ese estilo tan concreto que practican; que son menos versátiles o adaptables que los madridistas, por ejemplo, que llegan menos al primer equipo pero triunfan más fuera.

- Creo que no es así. Hay muchos ejemplos de jugadores que han debutado con el primer equipo del Barça y luego han ido a otras ligas, a otro tipo de fútbol, y se han adaptado muy bien. Es cierto que el estilo que te inculcan en el Barça desde joven es el de tener el balón, y es con el que nos sentimos más cómodos. Pero el nivel de adaptación no depende del estilo al que estés acostumbrado, sino de cada jugador, de su forma de ser.

- Usted ha comentado que la similitud con el estilo que predica el Celta fue una baza a la hora de decidirse por la oferta viguesa.

- Sí, sí? Al final, cuando te has criado allí, te ayuda a tomar una decisión. Tampoco es algo que sea primordial a la hora de elegir un destino. Somos jugadores y nos podemos adaptar a distintos tipos de juego. Claro, si tienes una oferta de algo parecido a lo que llevas haciendo desde hace tiempo, es una ayuda.

- Un técnico me dijo: "Guardiola ha hecho mucho daño. Ahora todo el mundo cree que puede jugar como el Barça y no es así". Y lo cierto es que ustedes, al nivel del Celta, están aplicando recursos similares, como la presión elevada. ¿Puede un equipo humilde jugar así?

- Hemos demostrado durante la pretemporada que no solo el Barça de Guardiola podía hacer cosas de ese estilo. Nosotros hemos logrado establecer un juego similar, siempre con matices. Igual no asumiremos los mismos riesgos que el Barça en la época de Guardiola. Pero el estilo, el compromiso y las ganas de intentar jugar el balón sí que los tenemos.

- Puede ser por pesimismo galaico, que es también muy catalán. Pero algunos pensamos: "El Celta está muy bien. A lo mejor, demasiado bien a estas alturas".

- Igual no es pesimismo, es miedo a que la caída después sea mayor. Pero no creo que estemos demasiado bien. Estamos a un buen nivel. Hemos llegado bien a este primer partido de temporada. Nos queda mucho camino, mucho por mejorar. No hemos llegado para nada a nuestro máximo nivel.

- Berizzo exige especialmente a los laterales: que suban, bajen, defiende, ataque, apoyen...

- Les pide de todo a todos. También a los extremos les exige mucho que bajen con sus laterales. Es una exigencia en conjunto. Si uno no llega a la presión, todos podemos caer; si todos vamos a la misma, podemos ser un equipo muy fuerte, un rival muy complicado de batir. En el caso de los laterales, hay exigencia. Te exige bajar, subir, ayudar a los centrales y también en el ataque. Pero estamos mentalizados. Todos sabíamos lo que teníamos que hacer. En mi caso, llevo años con un estilo parecido. Lo principal para un defensa es defender, sin olvidar que podemos ser una ayuda en ataque.

- Pregunta con maldad para alguien como usted, que conoce a Nolito desde hace tiempo: ¿alguna vez lo había visto defender tanto?

- Je, je. Había coincidido con él en el Barcelona B. Quizás tanto, tanto como en esta pretemporada, no. Lo he visto muy fino. En ataque ya había demostrado siempre que es un jugador muy peligroso, muy bueno. Y este año me está sorprendiendo el carácter defensivo que se le está imprimiendo. Eso, como lateral, te da mucha seguridad.

- Su sociedad, esa figura por parejas que tanto promocionaba Valdano, está resultando realmente productiva

- Ayuda mucho el haber coincidido con él en otra etapa. Te facilita mucho las cosas. Nos conocemos como personas y si nos podemos ayudar, lo hacemos tanto dentro como fuera del campo.

- Tres laterales para dos puestos. Y los tres similares: bajitos, fuertes, con recorrido...

- Somos jugadores del mismo estilo y calibre. Cierto que no tenemos demasiado estatura. Pero físicamente estamos bien. Y eso es primordial para un lateral. Tampoco somos los que vayamos a definir un partido en un córner.

- No era usted muy conocido. Quizás por eso sea tan grata la sorpresa de lo que ha mostrado usted en pretemporada.

- Por venir del Barça puede parecer que la gente te conoce, pero al final vienes de un filial, estás jugando en Segunda y mucha gente no te tiene visto o sólo te conocen de nombre. E igual se sorprenden cuando te ven jugar. Se pueden sorprender positiva o negativamente. Espero que en mi caso sea positivamente y hacer lo que venía haciendo desde siempre. Quiero crecer cada día un poquito más.

- ¿El objetivo se limita a la permanencia?

- El equipo lo tiene muy claro. El objetivo principal es lograr la salvación lo más pronto que podamos. A partir de ahí, cuando hayamos conseguido esto, nos pondremos el objetivo más alto que podamos. Sí que estamos ilusionados con la temporada que podemos hacer, pero sin marcarse objetivos muy altos. El golpe, como decíamos, podría ser más fuerte.