Bélgica contra Estados Unidos, los renovados diablos rojos frente al entusiasmo norteamericano, oponen hoy en el Arena Fonte Nova su objetivo de lograr una plaza en los cuartos de final del Mundial.

Bélgica llega a octavos con el total de puntos de la primera ronda y un déficit de juego. Estos 'baby diablos', el equipo más joven en octavos, han sido más pragmáticos que brillantes, han ganado todos sus partidos (ante Argelia, Corea del Sur y Rusia) por el mínimo margen y no han desplegado el juego que les supone por la calidad de sus futbolistas.

Pero eso es algo que, por el momento, no le incomoda al técnico, Marc Wilmots. "Si me dan a elegir entre jugar bien y no pasar la fase de grupos o ganar todos los partidos y conquistar el Mundial la respuesta es clara. Tengo claro que yo no he venido aquí a contentar a la gente que va al estadio", dijo el técnico, después de haber escuchado ya algunos silbidos por el juego de su equipo.

Estados Unidos, mientras, opone entusiasmo y el carisma de su técnico, el alemán Jürgen Klinsmann, que puede recuperar para este partido a Jozy Altidore, pero lo más seguro es que mantenga como único punta a Clint Dempsey y pueble con cinco hombres el centro del campo.